No puedo perderte.

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—Estoy bien, solo sentí que mí energía se agotaba por expandir tanto el escudo

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—Estoy bien, solo sentí que mí energía se agotaba por expandir tanto el escudo.

—Quieta. Voy a terminar de revisarte y no puedes decir nada. Te vimos caer, si Obito no te hubiera atrapado...— Itachi apretó los dientes. Estaba furioso.

—Necesitamos volver, tenemos que ayudarlos.— Acaricie su mejilla, sintiendo una humedad que no habia notado.
El humo y las luces que parpadeaban engañaron mí vista.

Las películas protectoras, se realizaron sobre mis ojos, amplificando la visión.

Mí corazón se rompió al ver a mí compañero, llorar.
Su mandíbula seguía tensa, y supe que se estaba conteniendo.
Estaba molesto, asustado, preocupado.

—Ita... Estoy bien, lo prometo.— gemí y tire de su rostro hacía mí.
Necesitaba besarlo. Calmarlo.

Rompió el beso diciéndome: —Una compañera es algo único. Es esa persona que encaja con cada parte de ti, que magnífica tus dones. Compatible con cada faceta.
Única, irremplazable. Perderte, luego de haberte encontrado, sería la muerte para todos nosotros. Te amo SaKu, te necesito para que mí vida este completa. Te necesito para que mí familia este completa.

Cuando Itachi terminó su devastador discurso, era yo quien lloraba.
Mis compañeros tenían formas únicas de desarmarme y volverme a armar.

Todo era hermoso. Hasta que Obito y Sasuke entraron en la cocina donde estábamos, con Madara inconsciente.

—¡NOOOOOOOOO!—Grité con todas mis fuerzas recuperadas.

Lo dejaron sobre una mesa y Sasu corrió a mí lado, mientras Ita se movía junto a Madara.

—Él se pondrá bien.—  Sasu me abrazaba mientras mi llanto se volvía incontrolable y los temblores azotaban mí cuerpo.

—Esta tardando demasiado.

Gemí, no podía seguir viendo cómo sangraba sobre esa maldita mesa.

—¿Por qué no funciona?— Cuestionó Sasu.

—Si funciona.— Itachi nos gritó, frustrado.

Obito se paseaba al rededor, molesto y preocupado.

—Hay que cargarlo en la nave, salgamos de este lugar.

Nos pusimos de pi, entre Sasu y Obito lo levantaron, jadeando por el peso de su hermano mayor, Itachi seguía trabajando sobre su herida.

No sé de dónde obtuve la energía extra, pero extendí un escudo a nuestro alrededor y nos lleve hacía la nave.

"Nave, necesito que te abras ahora, vamos a salir de este lugar."
Se materializó frente a mí en cuanto nos acercamos.

Me senté frente a la pantalla frontal y sentí la energía intercambiando entre la nave y mí cuerpo.

"Planeta Rojo"- Saku-Haren 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora