Los cuatro son enormes y tengo que decir, que nunca había visto a ningún hombre, resistir tanto.
Mi experiencia no es muy grande pero... ¡Por todos los cielos! Digo la palabra grande y mi cerebro me arroja de inmediato imágenes muy explícitas de los hermanos.¡¿Les dije ya qué son enormes?!
¡Madre del amor hermoso! Es que... ¡Diablos!Gruesos, rojos, palpitantes, con cabezas hinchadas y bulbosas. Pelotas grandes y pesadas que
se balancean entre sus musculosos muslos. Uff...
Y pensar que me lamente tanto por acabar en este maldito planeta. ¡Tonta Sakura! Este no es un infierno cualquiera, es un infierno de puros orgasmos.Se mueven a mi alrededor, me poseen de todas las formas que existen, algunas que ni siquiera creí posibles y lloriqueo de placer, pasan sus manos por mí cuerpo y el tacto caliente me hace vibrar. ¡Jodidos elementales de fuego! Y lo que repiten una y otra vez sobre que el aire aviva el fuego, es muy real, porque nunca se cansan.
Suspiro agotada, Itachi lo nota de inmediato, es el más pendiente de cada respuesta física que doy.
—Ahora, nena, creo que debes descansar un poco— me sonríe, sus ojos clavados en los míos mientras me besa entre los muslos. Siento el cosquilleo que provoca cuando usa su poder. El alivio es instantáneo.—Ustedes son incansables.— Protesto. Siento sus risitas.
Dormito por algún tiempo, sus voces suaves y susurros me arrullan, incluso siento pequeños besos sobre mis hombros y caricias leves.No sé cuánto tiempo pasa.
—¿Estás bien?— me dice Sasuke, siguen desnudos, al igual que yo, pero el calor en la cueva, y el vapor, se han ido; solo queda la temperatura normal de este maldito planeta del infierno.Bebo el agua que Itachi me da, y él acaricia mí mejilla, siento esa cosquilla bajo la piel.
—¿Estoy herida?— preguntó con voz ronca. He gritado tanto que perdí la voz.
—Solo estoy haciendo un chequeo. No puedo evitarlo— se encoje de hombros y es un gesto tan suyo.
—¿Fuimos demasiado salvajes?— me dice Madara, recostando su cuerpo junto al mío; me atrae hacía él, me acurrucó y respiro el aroma de su piel, me enloquece. Todos huelen tan tentadores.
—Nunca había hecho algo asi.— Confieso. Siento las mejillas arder con solo pensar en todo lo que hicimos.
—Nosotros tampoco.— Me dice serio, su rostro luce pensativo.
—La abuela decía cosas sobre las razas ancestrales.— Espeta Obito, entrando en la cueva, gloriosamente desnudo y con un cuenco que huele de maravilla.
Mí estómago gruñe.
Él me sonríe satisfecho es tan arrogante, y ¡me encanta!
Mis ojos viajan por su cuerpo. Tengo hambre, pero me permito dudar si lo que quiero realmente es lo que tiene en ese cuenco.Adivina mis pensamientos mientras sus ojos se achican y se lame los labios.
Envuelve su mano libre, alrededor de su grueso pene y gimo cuando comienza a acariciarlo.
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"Planeta Rojo"- Saku-Haren 🔞
FanfictionEl planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final. Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría. Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas. Pu...