El planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final.
Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría.
Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas.
Pu...
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La nave de los Ancestros del Aire era lujosa, siempre me gustaron las naves y sobre todo, las razas ancestrales. Aunque tenía que reconocer que esa en particular me había decepcionado. El pomposo pariente de nuestra Saku, solo resultó ser otro de los muchos enfermos que aparecían en las listas de clientes de ese maldito centro de esclavistas.
El imbécil emparentado con nuestra compañera, era un completo bastardo. Personalmente, pude ver los registros del zoológico que obtuvo Naruto, y estuve dentro de la sala donde los híbridos de Kam'Land fueron interrogados. Esos idiotas seguían siendo tan desleales como siempre, se vendían al mejor postor, no tuvieron ningún reparo a la hora de confirmar todas y cada una de las visitas realizadas por el Ancestro. Incluso sin el testimonio de Konan, sabíamos que había pagado por estar con ella cada vez que visito el lugar. Los compañeros de la sobrina de Jiraiya, pedían su cabeza, y no iban a descansar hasta conseguirlo.
Luego de realizar la prueba, quería salir de la nave lo más rápido posible, pero sabía que no sería tan fácil. Cuando el tipo apareció, con cuatro escoltas, sabía que buscaba problemas.
- Lleven a mí hermana a su habitación, está confinada hasta que regresemos a casa y sea juzgada.
Esas simples palabras estabas destinadas a molestar a Sakura. El muy idiota no sabía con quién estaba tratando. Mí pequeña era un poder a tener en cuenta.
-No.- Escuche la respuesta de Saku, y la vi ponerse frente a su madre. No esperaba eso.
¡Mierda! ¡Jodida, mierda! Me moví más rápido que nunca. Los guardias apuntaban a nuestra Saku. Que para variar, lleva a nuestro bebé. Sentía mí corazón tronando en mí pecho. Si algo les sucede, voy a quemar está nave. Mis hermanos estaban en mí misma sintonía. Lo sabía por sus expresiones.
No estaba dejando que los lastimaran. No iba a pasar. Obito fue increíblemente rápido cómo yo. Estaba jadeando cuando se paró frente a ella. Itachi, y Madara nos cubrían.
-Supongo que vamos a la guerra.- Afirmó el mayor de mis hermanos. Quería empezar a reír.
-Minato no va a estar contento.- Mire a Itachi, él estaba haciendo poco por disimular su sonrisa.
-Ese tipo tiene que pagar por lo que hizo a la sobrina de Jiraiya.- Mí reclamo salió antes de que pudiera contener mí lengua.
-Los ocen envían saludos. Dijeron que están haciendo una bonita celda para ti.- Obito se burló descaradamente. Ese fue el primer indicio de preocupación que pude ver en el Ancestro del Aire, aunque se recompuso muy rápido.
- Yo no tengo nada que ver con ese lugar.- Afirmó. Luego le gritó órdenes a la mujer que seguía detrás de Saku. >>¡Mebuki! No hagas esto más difícil, rompiste las reglas sabes que debes pagar. Voy a permitir que tu engendro se marche.- Gruñí bajo al escuchar referirse a mí mujer como engendro. Iba a sacarle la lengua metérsela muy profundo en el trasero.
