El planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final.
Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría.
Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas.
Pu...
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No podíamos presentarnos ante los líderes de la Alianza con suposiciones. Está era una misión doble. Mientras que un grupo se reunía con los miembros principales de la Confederación, otro grupo iría directo al Zoo para rescatar a Konan. Ella era nuestro caballo de Troya por el momento. Me gustaba esa historia que Saku nos contó, sobre como habían derribado una poderosa ciudad, engañando a sus líderes con un caballo de madera. Luego de escuchar a las humanas decir tantas veces que Konan era como una infiltrada, se nos hizo familiar verla de esa forma. Aunque nadie sabía sobre las habilidades mentales de los Ocen y por lo tanto no esperaban que ella pudiera contactar con nadie afuera de la base donde la tenían, sabíamos que no la estaba pasando tan bien. Su cautiverio, estaba ligado a investigaciones científicas no autorizadas. No sabíamos hasta que punto eran torturadas las personas atrapadas en ese lugar y eso nos impulsaba a rescatarlos cuánto antes.
Jiraiya, tenía su crucero listo para desmantelar el lugar, Tsunade era una bola de ira que rebotaba dentro la de nave, Temari sería el enlace entre ambos grupos, junto a Obito y Sasuke. Su grupo había partido antes, ya que tenían más tiempo de viaje. Y necesitábamos coordinar el ataque, con la presentación ante los líderes.
No me gustaba separarme de mis hermanos, pero sabía que iban a ayudar más en ese grupo que en el mío. Tenía a Itachi, Saku y Hinata conmigo.
Naruto había solicitado a la piloto que se quedará a salvo en el castillo. Nunca voy a olvidar la cara del príncipe cuando la terca humana lo mando al diablo.
La nave del emperador tenía un pequeño grupo de guerreros listos para defendernos. Saku queria llevar su nave, pero aún con las mejoras, era vieja y necesitaba recuperarse del último viaje a través de la galaxia.
Por lo tanto, éramos invitados en el crucero de batalla del emperador Minato. Kushina no había viajado con nosotros, tenía que cuidar su salud. Me habría gustado que Sakura se quede con ella en Ignís, pero luego de ver cómo Hinata se negaba y Naruto hacía el ridículo frente a todos, sabiamente guarde silencio. Lo único que me faltaba era que Saku me pusiera a volar por la plataforma de despegue en un arranque de ira, porque no quería traerla en el viaje.
Reunir a los lideres no era algo habitual, tenía que ser algo muy importante para que accedieran.
El Consejo Galáctico se veía igual que cuando trasmitieron a la galaxia los acuerdos de comercio y tratados de convivencia. Era un lugar enorme, cada especie tenia un atrio para ser representado.
Se habían añadido muchos luego de que la alianza recibiera a los humanos.
Las fuerzas de seguridad lideradas por Shimura, se extendieron en la parte baja de la sala, los atrios flotaban en círculos a diferentes niveles y pantallas enormes cambiaban sus imágenes mostrando a los miembros que iban llegando. El jefe de las fuerzas humanas se sentó en su lugar, junto a otros poderosos líderes humanos.
