Un problema a la vez.

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Todo eran juegos hasta que Obito la saco del agua y la sentó sobre el borde de roca.

Su estómago parecía haber explotado hacía afuera, en los últimos momentos bajo el agua.

—Nena, cuando creció tu estómago?— Cuestioné, haciendo todo lo posible por no correr a revisarla.
Su ceño fruncido, y las maldiciones de Obito, me decían que estaba a un pelo de mandarnos a la mierda a todos.

—En serio quieren hacer esto ahora. Porque mí estómago seguirá creciendo, junto con mí frustración sexual. — Soltó molesta.

Obito lamió y chupo su centro, llevando a Saku al olvido.

—No estaba así ayer, ni está mañana. Con la ropa no note lo grande que se puso— murmure nervioso. Mis hermanos me rodeaban y estábamos hablando sin que Saku lo noté.

—No es normal. Me preocupa.— Madara no despegaba sus ojos del enorme y a punto de explotar, vientre de Saku.

—Eres el experto. Revisala de forma sutil. No la queremos asustada o enojada.— Murmuró Sasuke.

Madara salió rápido del pozo,  levantó a SaKu por debajo de los brazos, la saco del agua y la sentó sobre su regazo.

—Estas toda mojada nena. Me encanta que estés así.— Le dijo mientras jugaba con su sexo. Ella soltó un hermoso gemido, de esos que me hacían tragar grueso solo de oírlo.

La penetró por detrás, mientras abría sus piernas, en una clara invitación a unirme.

—Es tu oportunidad. Asegúrate de que todo está bien con el bebé.— me susurró Sasu.

Tomé mí pene y tire de el varias veces, arriba y abajo, apretando el puño como si fuera ella sobre mí, y no mí propia mano. Saku se relamio los labios, jadeando mientras Mad, la embestia desde abajo.
—¿Quieres esto preciosa?— rodillas frente a ella, empecé a gritar mí miembro en su entrada humeda.

En cuanto entre en ella gritó su orgasmo, estremecíendose entre nosotros.

Había apoyado mis manos en su vientre, mientras ella gemía de placer, pérdida en las sensaciones.

Me puse de inmediato muy tenso.
Era mí culpa, el escudo que puse dentro de ella, con estos nuevos dones que venían sin manual de uso o entrenamiento, había de alguna manera, acelerado el proceso.
También fue algo dentro de su psique.
Regresar dónde todo comenzó, desató algo en ella.

Me retire, dando lugar a Obito.
Volví junto a Sasu, mis manos temblaban, pero trate de disimular.

—No le falta mucho. Es mí culpa.

—¿Qué? ¿Qué diablos quieres decir con eso?— Me soltó Sasu, mientras me arrastraba lejos.

—Acelere el crecimiento. No sé. No controlo esta mutación de mis dones. ¿Acaso tú sabes cómo absorber la energía? — Escupí frustrado.

"Planeta Rojo"- Saku-Haren 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora