El planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final.
Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría.
Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas.
Pu...
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Tengo un bebé. Los nervios y la ansiedad empiezan a notarse más. Nos preparamos para enfrentar a la Confederación, y los chicos están preocupados por mí y por nuestro hijo.
Madara dice que es mejor que me quedé en Favila con alguno de sus hermanos, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad. La reunión será presenciada por un grupo de cada planeta miembro. Antes de hacer acusaciones, es necesario tener todas las pruebas. El emperador Minato dice que debemos formar dos grupos. Es ahí donde mis chicos se pusieron como locos, no quieren que nos separemos. No me quieren expuesta a ningún peligro.
Lo que no entienden es que necesito ir a esa reunión, no solo como testigo, si existe la mínima posibilidad de ver a los miembros Ancestrales del aire, si tan solo hay una posibilidad de ver a mi madre. No quiero acercarme, no quiero ponerla en riesgo a ella, ni exponerme, pero necesito verla, aunque sea de lejos. Me preguntó si la reconoceré, papá dijo que ella era muy bella, con el cabello rubio, con una sonrisa fácil. Casi puedo imaginarla, vi algunas holoimágenes que él no eliminó y mantuvo escondidas, los archivos estaban dañados, y las descubrí luego de su muerte, pero se que me parezco mucho a ella. Solo tengo el color de cabello mutado a rosa, por mí padre, el tenía un tono similar, un poco más oscuro, casi cobrizo.
Mis pensamientos giran, imagino a mí bebé, su cabello sin dudas será oscuro, estoy convencida de que los genes de sus padres son muy fuertes.
La puerta de la habitación se abre, Sasuke entra junto a Itachi, ambos están preocupados por mí reacción frente a su antigua amiga con beneficios.
Sabía sobre ella, me contaron un poco cuando estuvimos solos en la cueva cerca de la barrera. La mujer está dolida y molesta, tenía sentimientos más fuertes por ellos, de lo que ellos asumieron.
—¿Arreglaron su mierda?— Gruñó. No estoy molesta, pero ellos se estremecen de solo pensarlo y es muy divertido verlos andar de puntillas a mí alrededor.
—Hablamos con Karin. Todo está aclarado.— Explica Itachi. Sasuke asiente.
—Nena, te aseguro que nunca le dimos a entender que éramos algo más...
Itachi suena lleno de culpa.
—Molestía, no te enojes con nosotros.— implora Sasuke.
Trato de mantener la fachada, pero sus rostros llenos de pena me hacen imposible la tarea, de todas formas nunca fui buena actriz.
Me levanto desde mí cómodo lugar en la cama, y camino hacia ellos. Itachi me alcanza con su brazo y tira de mí contra él. Sasuke me rodea desde atrás, es un abrazo de sandwich que disfruto mucho.
—¿Cuándo me lleven a su planeta, me voy a encontrar con más mujeres cuyos corazones han roto?— ambos jadean a mí alrededor.
—Puede que haya algunas, no te voy a mentir.— murmura Sasuke contra mí cuello.
