El planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final.
Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría.
Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas.
Pu...
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Separarnos no era algo que me entusiasmara demasiado. El problema era que hacíamos más falta en el equipo de rescate que en la reunión de líderes. Mientras que SaKu se quedó con Ita y Mad, Sasu vino conmigo en el crucero Ocen. La nave es impresionante. Temari tiene las capacidades y conocimientos para dirigir la transmisión hacía la reunión, por lo que está sentada frente a grande pantallas flotantes, redirigiendo datos y sensores.
Nos dieron trajes especiales y siento que mis pelotas se comprimen bajo la tela, esto es ridículo, no deja nada a la imaginación, veo a Sasu acomodarse el pene hacía un lado y el otro, avergonzado e incómodo. Si. Estoy igual que él. No quiero salir de este recinto dónde nos permitieron cambiarnos. Hay cámaras incorporadas al traje, lo que permite transmitir el allanamiento en la base médica.
-Esto se me mete en el trasero.- gruñe Sasuke.
Lo veo girar y empiezo a reír sin parar. Los Ocens que están cerca nos miran raro.
Un sujeto se acerca y amablemente me dice que presione un comando en la muñequera del traje. Cuando lo hago, el material elastizado se vuelve rígido, como una armadura, mí pene ya no se marca contra la tela y mis pelotas se relajan, Sasu imita la acción, su traje también se modifica.
- Tu trasero se sigue marcando.- digo entre risas.
-Sentadillas- afirma con un leve encogimiento de hombros.- El tuyo es más grande que el mío.- Señala mi trasero, que también se ve marcado y firme.
-Sentadillas, con salto.- Reconozco sin vergüenza, mí hermano estalla en un carcajada que tiene a los otros sujetos mirando hacia nosotros.
-Estamos por invadir una base médica ilegal dónde están experimentando con personas secuestradas entre las cuales se encuentra mí sobrina. ¿Puedo saber que es tan divertido?- Reclama Jiraiya, que está en modo comandante, serio y enfocado. Muy diferente de los periodos anteriores, cuando bebíamos hasta desmayarnos en el salón comedor de la nave.
Sasuke sonríe y se que está a punto de decir alguna idiotez. Cuando suelta un "Sentadillas" y se gira moviendo el trasero. Escupo el agua que estaba bebiendo. Jiraiya resopla y abandona la sala con el ceño fruncido.
-Debi enviarte con Naruto, pero Madara me dijo que te cuide. Cierra la boca antes de que nos dejen aquí cuidando la maldita nave, y nos perdamos toda la acción.- gruñó.
Mí cabeza no deja de ir en una sola dirección, SaKu. Estoy preocupado por ella. Se que mis hermanos van a protegerla, pero aún así, no estar cerca me lástima. Ella tiene su propia agenda, ella busca respuestas sobre su madre, y espera encontrarla en la reunión. Lo que no quiero, es que se exponga demasiado, si su madre era de la realeza, los elementales de aire son muy frívolos, el pequeño desliz de una princesa, con un humano en una colonia, no será bien visto. Y ahora SaKu lleva a nuestro hijo. Si se convierte en una amenaza para los elementales de aire y sus costumbres arcaicas... Joder... No quiero ni pensarlo. Necesito que esto termine, para poder llevarla a casa, dónde cuidar de ella y tenerla segura.
