Era en momentos como este, que todos envidiamos la velocidad de Sasuke.
Corrimos par a par con Obito, él se separó hacía la partida de caza, y yo seguí hasta la cueva principal.
Gaara se levantó de un salto cuando me acerque lo suficiente para que me reconozca.
Gritó y pronto más hombres estaban saliendo a recibirme.
Palmadas, incluso lágrimas, coronaron el momento.—Volviste...
Me gire para ver a Kankuro. Nos fundimos en un abrazo y luego le conté que su esposa y sus hijos lo esperaban.
Mí pecho se oprimió cuando el macho frente a mí, cayó de rodillas al suelo, con sus brazos aún rodeando mis piernas.
Sus palabras siempre me seguirían. Fuera dónde fuera.Eran las gracias que no buscaba, pero que llenaban mí corazón.
—No hay tiempo, tenemos que ir hacia la base.
—¿Pero la barrera?— Murmuró uno de lo hombres.
—Hace ciclos que no vemos bots ni entregan suministros, casi después de que te largaras. — Dijo Gaara.
Se veían cansados y más delgados.—Incluso las malditas serpientes de tierra se han retirado. Casi agotamos las reservas.— dijo otro hombre. Uno de mis mejores rastreadores.
—Nos vamos.— mire s cada uno con determinación.
—¿Vamos a salir de este lugar?— Murmuró alguien, la esperanza llenaba su voz.
—Tenemos que llegar a la base. Carguen lo mínimo. Es hora de volver casa.
Un estruendo de gritos lleno el aire caliente. De inmediato se dispersaron para cargar lo que quisieran llevarse.
Seguí a Kankuro hacía un lado, y nos pusimos brevemente al día.
—Tengo un grupo, están cazando ahora mismo, debo ir por ellos.
—Tranquilo, Obito ya está en camino. Me alegra que estén bien. Lamento haber tardado tanto.
—Las cosas se pusieron raras luego de que ustedes se escaparan. Fuimos hacia la cueva dónde escondían a la hembra, vimos los bots derretidos, sabía que era obra tuya y de tus hermanos.
Asentí.
—No fue un escape muy limpio. Nuestra compañera resultó herida y perdimos la cabeza.
Trate de no ir justo a ese momento. La pérdida de nuestro primer bebé, el miedo a perder también a Saku.
Me sacudí inconscientemente.
Los hombres se empezaron a reunir al rededor, listos para largarnos.—¿La partida de caza?— cuestionó Gaara.
—Obito fue por ellos.— Dije antes de hacer una seña para que todos emprendieramos el camino hacia la base.
"Cariño, deben darse prisa. Creo que Shimura está casi sobre nosotros"
La voz de Saku, invadió mí cabeza. Sentía que mí cerebro iba a estallar, Itachi había aliviado solo un poco el malestar causado por todos esos datos que me bombardeo la jodida nave.
Le respondí a través de mis pensamientos, ya que no quería tener que explicar nada a los hombres que venían a mí lado.
"Estamos en camino nena".
Acelere el ritmo y todos me copiaron sin cuestionar. Había sido su jodido líder desde que llegué a este maldito planeta, y por lo visto, aún me respetaban.
A mitad de camino nos reunimos con Obito y la partida de caza.
—Los bastardos se negaban a dejar la carne, tampoco me creían sobre irnos de este lugar.— Gruñó molesto.
Uno de los machos tenía el hijo negro y el labio partido.
Mí hermano y él, ambos con la ropa llena de polvo.—¿Peleaste con él?— bufé, un poco divertido y un poco indignado por su falta de tacto y diálogo.
—Gané. Dejaron la carne atrás y corrieron como demonios.— se jactó.
Suspiré. Obito era todo un caso. Estaba seguro que cuando volviéramos a Favila, sería el de siempre. Ahora estaba en modo supervivencia y eso era todo. Esperaba que pronto mí hermano pudiera relajarse y disfrutar nuevamente la vida. Esperaba que todos pudiéramos hacerlo. Con nuestra compañera. Con nuestros hijos.
El grupo de hombres llegó a la base antes que las hembras.
—Saku dice que el grupo de Itachi trae dos mujeres mayores que están débiles.— le dije a Obito.
Su rostro se puso serio y sus ojos se cerraron mientras tenía alguna conversación privada con nuestra mujer.
—Ire hacia allí, están a medio camino, vienen lento por esa razón.— salió corriendo con Gaara pisando sus talones.
Kankuro se puso a mí lado.
—Obito va a interceptar el grupo de Itachi para ayudar.
Debemos preparar todo en la base.—Si, Gaara escuchó y decidió unirse, mí hermanito lleva tiempo tomando sus propias decisiones.— Gruñó, pero la sonrisa que acompañaba su rostro me dijo que aprobaba eso.
Guiamos a los machos a la base, dónde esperamos que el crucero de Minato llegará y los recogiera.
Un chillido seguido de alguien colgándose de mi espalda como un monky me sorprendieron.
—¡¿Cómo pudieron largarse por tanto tiempo!? ¡Mí bebé ya casi camina!
Sonreí antes de voltear a ver a Ino, su compañero, estaba a su lado, sonriendo con el pequeño bebé en brazos.
—Ino, estás exagerando.— me reí.
—¡Además, se emparejaron!— me pincho con su delgado dedo justo sobre el pecho.
No pude evitar sonreír ante la mención de nuestra Saku.
—Te la presentaremos pronto. Ahora necesito que vayan a la base. La nave debería estar pronto aquí.
El grupo de Sasuke llegó junto con unas cuantas mujeres.
—Volveré para ayudar a Ita, hay dos mayores que no caminan...
Lo detuve antes de que saliera disparado.
—Obito y Gaara ya están en camino. Bebe agua, descansa un poco.Sasu resoplo, pero me hizo caso.
"Chicos, necesito que dejen a esas personas en la base y se unan a mí en la nave."
—¿Ahora? Estamos acomodando a los dos grupos. Aún falta que lleguen Obito, Itachi y las otras hembras.
Saku sonaba muy ansiosa y nerviosa."Ya los llame. De verdad necesito que traigan sus duros y sexys traseros a bordo".
Mire a Sasu, y ambos suspiramos.
Mí hermanito se dirigió a la nave más rápido que un rayo.
Yo busqué a Kankuro para decirle que se ocupe de todo mientras resolvía lo que fuera que tenía a Saku tan preocupada.Pude ver en la distancia, el grupo de Itachi, liderado por una brillante cabellera roja.
Esa era mí señal para desaparecer, no quería enfrentar a la loca.**********************************************
Madara cobarde, huyendo de Mito es muy gracioso.
Bueno no es un capítulo muy extenso. Cuenta lo justo y necesario por parte de Madara.
Se viene una batalla espacial mis adorados lectores, preparen su imaginación 🤭💕👑🌈
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"Planeta Rojo"- Saku-Haren 🔞
FanfictionEl planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final. Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría. Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas. Pu...