El planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final.
Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría.
Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas.
Pu...
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- ¿Ese maldito atacó a nuestra compañera y aún respira?
-Es un Ancestro del aire, uno de los líderes de su gente. Al igual que los elementales de fuego, somos descendientes directos de los primeros seres del fuego, ellos lo son del aire. También está la cuestión diplomática...
- ¡Al diablo todo eso! Si hubieras sido tú, tu familia ya te estaría llorando.- Madara negó con una media sonrisa, Sasuke solo asintió de acuerdo conmigo mientras que Itachi se cubría el rostro con ambas manos y contenía la risa.
Cuando me enojaba no media palabras ni consecuencias. Por suerte Minato me conocía desde pequeño y dejo pasar mí exabrupto.
-No es tan fácil.- Suspiró nuestro emperador, cansado.
-Una compañera es sagrada y más aún si carga descendencia.- Gruñí, mirando a los Sharingan que estaban en la sala privada de Ignís, ellos podían entenderme mejor que nadie. Los cuatro guerreros asintieron.
- ¿Por qué están ellos aquí? - murmuró Sasuke.
Itachi finalmente soltó esa risita que trataba de contener, mientras que Madara se ponía muy tenso.
- Queremos ofrecer apoyo a su mujer, sabemos el tipo de reclamo que va a hacer Menma. - Espetó el mayor y líder de su gente.
- ¿Por qué?- insistí sabiendo que faltaba algo en todo esto.
- Son los padres de mí ex, se sienten en deuda.- La vocecita susurrada de Saku, fue como un puñetazo a mí mandíbula.
Parpadee, en shock. La mire y ella solo seguía sobre las piernas de Sasu, que también la miraba sorprendido.
- Nuestro hijo no tiene ningún reclamo sobre la hembra.- Agregó uno de los Sharingan.
- Pero guarda muy lindos recuerdos y desea apoyarla en lo que pueda venir luego de la reunión con Menma.- dijo el tercero.
Mire serio al cuarto hermano, esperando que añada algo, pero solo se encogió de brazos y sonrió de lado.
Cabrones. Sabían que mí paciencia estaba colgando de un hilo muy fino.
-¿Tu ex?- siseé. SaKu levantó la barbilla en desafío. Ya me podía imaginar flotando con este traje que me marca el trasero por toda la sala.
-¡TE RECUERDO QUE AUN NO LLEGAMOS A FAVILA, OBITO UCHIHA! - Sentenció, apuntando su pequeño dedo hacia mí.
-Punto para tu compañera.- Minato estaba sonriendo ampliamente.
-Todos tenemos un pasado, lo que importa es el presente, y el futuro.- Dijo Sasu acariciando su vientre, Saku suspiró recostada contra su pecho.
-¿Tu ex es el jodido príncipe de Sharingan? - un almohadón de los que estaba junto a Sasu, voló como un proyectíl e impacto con fuerza sobre mí rostro.
