[01] [Primera parte]

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Jimin estaba en la cocina de su casa lavando los platos, ser madre no fue algo que planeó, no fue algo que deseó, nada de eso. Pero lo era, y ahora después de casi 4 años, ella en realidad estaba feliz por eso, sin embargo, nunca pensó que llegaría el día en que volvería a ver a cierta persona en su vida.

Cerró la llave del grifo, y mientras se limpiaba las manos con el trapo de cocina, escuchó a unos ruidos extraños y luego a su hija menor llorando. Su casa era de un solo piso, por la facilidad de ir de un cuarto a otro, y asimismo de salir del hogar.

Tomó un cuchillo de cocina; específicamente el de carne, y caminó en silencio hasta la habitación donde estaba su hija, cuando llegó a la puerta no se escuchaba ningún ruido, pero ella no se creería tan fácil eso, su instinto de madre me gritaba que abriera la maldita puerta. Y lo hizo. Ella abrió la puerta con su corazón impaciente, no esperó encontrar tal escena.

—Suelta a mi hija...— exigió lo suficientemente alto para que la persona enfrente de ella lo escuchara.

La mujer del otro lado de la habitación sonrió y se rió en voz baja, mientras seguía meciendo entre sus brazos a la niña que había cesado su llanto.

Jimin volvió a hablar, acercándose más.— He dicho que la sueltes.

Alzó el cuchillo con ambas manos agarrando el mazo con fuerza, sus manos temblaban, pero su mirada era decidida.

La mujer sólo siseó negando con su dedo y volviendo a lo que hacía antes, Jimin difícilmente vio el rostro de ésta, puesto que la luz de la ventana sólo hacía de contraluz sobre ella; es decir que, sólo veía una silueta y muy leve alguna que otra facción.

Jimin siguió caminando seguida por los ojos rápidos de la mujer, logró acercarse al punto de poder ver bien a su hija.— Te mataré, es mejor que dejes a mi hija y te vayas.

Alguien normal no negociaría con un criminal, pero esta era Yoo Jimin, todo lo contrario a alguien normal, ella era un poco racional. Sabía que si iba de lleno a por la desconocida eso podría ser contraproducente para ella, ya que su hija en sí, estaba en una situación donde si hacía un movimiento brusco, podría hacerle daño.

—...

No respondió de nuevo, mantuvo su mirada sobre el rostro de la menor y sonrió un poco. Y antes de que Jimin pudiera estar a su frente, la mujer la miró directamente a los ojos y respondió.

La respiración de Jimin se cortó.—En realidad, es nuestra hija, Karina.

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Vi una imagen en fb y luego recordé la relación de Veronica y JD, en conclusión; está basado en una combinación de ambas cosas jaja.

Gracias por leer 🤝

Psycho || WinRina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora