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|Minjeong, 24 años.|

—Taeyeon, ¿dónde dejaste mi botella?

La mayor se quitó sus audífonos y la miró con su ceja arqueada —. Te la has tomado, no he tocado nada, no me gusta beber... —Minjeong asintió con pereza y salió arrastrando sus pies de la habitación. Taeyeon suspiró y se levantó con algo de irritación, estaba ocupada— ¡Minjeong! Joder, ven un momento, debemos hablar.

Hace poco Taeyeon algo preocupada decidió mudarse con Minjeong, al mismo departamento donde antes vivía con Karina. La menor no se opuso, extrañamente de acuerdo, quizá escuchar a Taeyeon quejarse desde su habitación (antes oficina de Karina) mientras jugaba un tonto juego en línea le devolvía a realidad, así no se dejaba hundirme más sin poder hacer nada.

Se había querido rendir, ¿qué sentido tenía buscarla? Había sido una idiota, se merecía ese nivel de desprecio.

—¿Qué?

—Necesitas dejar la bebida, y antes de que te enojes, déjame decirte que tu noviecita esa no querrá volver con una chica con problemas de ira y de alcohol, tienes que cambiar —se acercó y le apuntó con su dedo su cabello —. Quizá podamos cambiarte el color de cabello, ¿lo has pensado? ¿Un rojo? ¿Tal vez negro? ¿O un rubio? 

—Si acepto, ¿dejas de estarme molestando? Quiero ver si me muero en unos días, sabes...

—Cállate entonces, probaremos con un mechón cuál te sienta mejor. 

—Como quieras.

...

—Parezco una completa idio-

—Lindura, de nada —Minjeong maldijo entre dientes, pero Taeyeon la ignoró feliz por el resultado. 

Minjeong la ignoró el resto del día y siguió tomando un poco hasta que se durmió. Cuando se despertó se sentía sin ganas, justo hoy habían pasado ya dos años  y aún no sabía nada de Jimin. Era algo divertido recordar que la dejó unos días antes de su cumpleaños, ahora iba a cumplir 25 años en unos días, había pasado demasiado tiempo. Creyó que Jimin no iría tan lejos de Seúl, pero erró. La buscó el primer año, sin resultados. Luego simplemente se dejó hundir en su miseria y soledad hasta que Taeyeon comenzó a tratar de animarla.

Claro, luego de que ambas tuvieran una fuerte discusión en donde Taeyeon le propinó una bofetada por haberle hecho eso a Jimin. No se la devolvió, ese día estaba lo suficiente borracha para apenas y poder estar de pie. No tocaron ese tema.

Confiaba en la mayor, desde las facultad. Hicieron ciertas cosas ilegales durante la universidad, Wendy siendo cómplice. Además de ser demasiado paciente con ella, Minjeong no admitiría que le reconfortó tener a alguien con quien hablar todo ese tiempo.

Nada como tener una maraña de trampas escolares para unirse, todo porque Taeyeon quería dinero, Winter estaba interesada en joderle la vida a los demás y Wendy solo les hizo caso porque sabía cómo hacerlo y quería estar cerca de Taeyeon.

Había mucha gente podrida en ese lugar. Sobornar maestros era tan fácil como aprenderse las vocales, era divertido verlos suplicar, al menos para Winter, así evitaba unirse a peleas clandestinas. Solo estaba aburrida y quería distraerse.

Había pasado más de un año después de que su padre muriera de forma "repentina", ella sabe que él mismo fue matándose lentamente. Problemas de la bebida que luego se hicieron problemas en el hígado, y así la lista aumentó. 

Tuvo que quedarse, algo terca, arreglando asuntos de papeleo, que se negó a firmar, pero era su única hija con herencia, lo que hizo todo más confuso.

Nunca quiso saber por qué, y jamás leyó esa carta que le dejó, sentía que debía dársela a la verdadera hija de ese tipo, se sentía demasiado extraña con todo eso y no podía decirle a nadie.

Se vio en el espejo—. ¿A Jimin le gustará? — Tocó su cabello recién teñido.

Jimin.

La extraña, siempre se levanta gritando, haciendo que Taeyeon corra a su habitación preocupada.

Se levantó algo aturdida y comenzó a vestirse lentamente, mirando de vez en cuando sus ojeras, parecía un jodido muerto.

Miró su celular, pensando. No había querido marcar ese número, las cosas con Yizhuo se volvieron complicadas... la menor le dio un puñetazo por golpear a su novia y puede que tuviera una advertencia de decirle ciertas cosas a Jimin si volvía a acercarse a Aeri.

Pero ahora, ¿qué importaba? Jimin no estaba, y ahora no le interesaba joder su vida.
Supo que se había mudado hace poco porque alguien no podía mantener la boca cerrada (Aeri). Por lo que fue a su antiguo departamento, antes de decidir llamarla, quería evitar que Ning le advirtiera a la casera sobre ella. Está segura de que no lo ha hecho.

Cuando estuvo frente al edificio, tomó aire y pasó. Una vez que la vio la casera sólo tuvo que actuar lo suficientemente bien para que le dieran información.

— Disculpe, ¿necesitas algo?

Minjeong se volteó con cara de confusión, como si estuviera pérdida—. Y-yo viajé mucho para buscar a una amiga, sin embargo creo que he confundido su información y hace poco perdí mi celular, no recuerdo su número— murmuró—. ¿Conoce a Ning Yizhuo?

—Oh querida, ella se mudó hace tanto.

—¿Sabe a dónde?

La anciana hizo una mueca.— No puedo ayudarte con eso, lo sie-

Entonces Minjeong comenzó a jadear mientras lloraba.

—C-creí que por fin nos veríamos, gasté tanto...

Y un par de lamentos más, la hicieron hablar.

—Ella se fue a Incheon. Sin embargo, no tengo más información, linda.

Minjeong gimoteó y agradeció su amabilidad con varias reverencias hasta que dio un paso fuera del edificio y su cara, lágrimas, y voz rota ya no estaban.

—Incheon, ¿eh? Ahí viven los padres de Jimin...—recordó, ella no quería hablarles, no sabría qué decir exactamente y era muy dudoso que Jimin les hubiera dicho algo, pero ¿debía tratar?

Suspiró y trató de llamarle a Ning antes de ir a su casa. Sólo siendo considerada, quizá le diga. Sabe que Jimin le había dicho a Aeri, era muy obvio.

—Minjeong, habíamos quedado en algo.

—Solo debes decirme dónde está Jimim, es todo.

Yizhuo suspiró, dudó, pero no lo hizo—. No, simplemente no.

Y colgó e incluso bloqueó su número.

Vio sus contactos y había alguien que podía ayudarle con eso.

Marcó al número privado y dos tonos después respondió.

—YunJin.

—¿Qué necesitas? 

—Una ubicación.

Escuchó un breve silencio y luego habló.— Te costará.

—El dinero no es problema. ¿Puedes hacerlo?

—¿Te he fallado antes?

—No.

—Bien, sabes dónde estoy— y colgó.

Fue rápidamente a su departamento, empacó lo necesario y dejó lo demás, sabía que una vez que pasara a ese lugar iría de inmediato por su chica.

Era un buen recomienzo, podría intentarlo una vez más, debía hacerlo. 

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Para que no se pierdan por eso la edad de Winter va cambiando, por si los tiempos no se entienden.

Gracias por leer 🤝

Psycho || WinRina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora