Psycho || WinRina G!P

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|Actualidad.|

El sonido de la suela de sus zapatos resonaba por todo el vecindario, posiblemente una percepción alterada de la realidad.

Era posible que fuera 2008, podía recordar ese lugar...

Sus manos estaban rígidas mientras mantenía sus ojos mirando lado a lado; alerta de todo. Abrió la puerta de su casa con su mente hecha un caos interno, debatiendo si era correcto haberse detenido, aunque realmente no quería.

Cuando llegó a su habitación se quitó la mochila con cuidado y cerró despacio con seguro; pese a eso, el sonido metálico resonó en su cabeza, abrió su mochila con torpeza y sacó lentamente su abrigo.

Se sentía asqueada y con duda sobre lo que había sucedido previamente, miró su abrigo con manchas, no tan visibles, de sangre. Luego el pequeño tubo de caño que olía increíblemente mal, lo tomó entre sus dedos rígidos, una corriente eléctrica pasó a través de sus dedos hasta el resto de su cuerpo.

Tan jodidamente bien.

Sonrió recordando lo que sucedió. Se merecía algo.

Escondió aquellos objetos en una caja dentro de su armario, tomó otro abrigo y luego se limpiarse bien, se fue.

Cuando se dio cuenta estaba frente a su recompensa.

—Rina.— Sonrió.

...

Se levantó lentamente, sintiéndose molesta por la interrupción. Apenas logró distinguir a Jimin hablándole con esa cara molesta que le ha estado comenzando a cansar.

—¿Qué...?

—¡¿Puedes soltarme?!

Miró hacia abajo notando sus brazos aferrados alrededor de la cintura de Karina. Definitivamente estaba muy metida en su sueño.

—Hoy no trabajas. Déjame dormir.— Murmuró evadiendo la petición de Jimin y acercandola más a ella. Hundió su cara en el cuello de Jimin mientras volvía a cerrar sus ojos.

—Minjeong.

—Shhh...

Jimin rodó sus ojos y se quedó quieta. Minjeong era más fuerte, además por cada vez que se movía, la menor la abrazaba más fuerte.

No iba a ganar tan fácil.

Esperó que se durmiera, pero su agarre nunca disminuyó. Eso la frustró.

Fue un leve murmullo cerca de su oído que la asustó.

—M-mamá...

Abrió sus ojos y vio a MinJeong con su ceño fruncido. Contraria a su anterior expresión, donde Jimin podía asegurar que estaba sonriendo...

—Mamá...

Suspiró y se odió por ser tan blanda.

Logró safarse un poco para poder abrazar a MinJeong y susurrarle.— Estoy aquí, Jeong. Todo está bien.

Cuando la sintió menos tensa, se sintió aliviada.

Se estaba acostumbrando a eso. Sin embargo, seguía alerta al respecto.
No había logrado encontrar nada raro, incluso revisó el abrigo de Minjeong; no había nada, solo estúpidas paletas y un papel sin nada escrito, además de un lapicero sin tinta con una linterna. Muy inútil.

Juraba haberla visto un par de veces buscar algo dentro de ese abrigo. Pero no había nada, incluso trató de que Haewon le dijera si veía algo raro, poco útil, su hija solo mencionaba sus tontos juegos, además de jugar con un celular de juguete que Jimin aún no encuentra, y es posible que su hija lo haya confundido con otra cosa.