Psycho || WinRina G!P

[40]

|Jimin, 22 años|

Minjeong empujó la puerta de una patada, sus ojos sólo buscaban a Aeri.

—Aeri-ah, sal. No te haré nada malo —exclamó. No hubo respuesta —, te lo juro, puedes salir.

Escuchó una caja caerse y sonrió. Caminó haciendo ruido con su bate contra el suelo; había una pila de cajas, una de ellas tirada.

—En verdad, Aeri-ah, no haré nada. Sólo quiero hablar contigo—Esperó paciente, entonces comenzó a contar mientras levantaba su bate lista para golpear esas cajas —. Uno... dos... ¡A LA MIERDA!

Hubo un estruendo y miles de cajas cayeron. Escuchó un gritito segundis después, reconocible, y luego a Aeri taparse las orejas mientras temblaba en una esquina.

Miró fijamente a Aeri mientras bajaba su bate para golpear su hombro con la punta —¡Hey, mierda! — Presionó el bate en su hombro, con fuerza mientras se inclinaba para verla mejor— Aeri, dije que me mires.

La mayor mordió su labio y abrió sus ojos, bajando sus manos lentamente. Cuando vio a Minjeong tan cerca y con esa mirada que juraba era la de una asesina, quiso llorar.— ¿Q-qué haces?

Minjeong rodó los ojos —. Eso debo de preguntarte yo. ¿Por qué le dijiste eso a Jimin? — Aeri trató de decir algo, pero una bofetada la hizo callar de inmediato — Joder, ¿tanto de divierte esa mierda? ¿Quieres saber algo gracioso? 

Parpadeó, confundida y asustada. Pasó saliva — ¿Q-qué?

— Ning besa increíble, ¿no? — Pasó su lengua por sus labios y sonrió.

Y Aeri a pesar del miedo, se enojó de inmediato —¡¿QUÉ MIERDA DICES?!

Minjeong comenzó a reír en voz alta— Creo que a alguien no le han contando muchas cosas, como de una chica con nombre YunJin, ¿te suena? — Los ojos de Aeri la miraban con enojo— Creo que no, pero no te preocupes. Hagamos un trato, Aeri-ah.

Se alejó y puso su bate sobre su hombro mientras se paraba recta, sin dejarla de mirar. Aeri poco después suspiró y con temor se levantó hasta estar las dos cara a cara de pie.

—¿Qué quieres?

—Fácil. Dile a Jimin que estabas bromeando sobre terminarme y yo te cuento todo sobre Ning.

Aeri entrecerró los ojos —. Y si digo que no, ¿qué?

Minjeong sonrió —. Rompo tu cara con este bate —. El rostro de Aeri padeció frente a ella, sabía que no era alguna broma —. No quieres eso, ¿cierto? Así que acepta, vamos, olvidemos esto.

Aeri cerró sus ojos, su corazón latía tanto que lo escuchaba en su cabeza. Era una decisión realmente horrible, preferiría nunca haber tenido que tomarla en realidad; una parte de ella quería saber qué diablos era todo eso sobre Ning y otra no quería dejar en manos de una lunática a su mejor amiga.

Suspiró, eso sería horrible —. No me interesa saber nada del pasado de Ning y tampoco quiero que Jimin siga contigo, sólo me diste más razones para alejarla de ti, pedazo de animal—. Sonrió y mientras se colocaba en posición de defensa, no iba a dejarse ganar tan fácil.

—Que te he dicho.

Winter sostenía el bate con firmeza, balanceándolo con destreza mientras observaba a Giselle. Sus movimientos eran lentos y calculados, aprovechando la ventaja de la distancia y la potencia del arma en sus manos.

Giselle, consciente de su desventaja, se movía con agilidad y rapidez, buscando el momento adecuado para atacar. Sus puños estaban listos para golpear, no iba a darle tanta ventaja.