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|Jimin, 17 años|

—¿Minjeong?

La menor se detuvo y volvió su vista a una Jimin asustada.

—¿Sí?

Jimin se acercó a ella y sostuvo sus hombros mientras miraba de cerca su rostro. Eso avergonzó a Kim, quien volteó su rostro.

—¡¿Qué sucedió?!

—Lo normal. No exageres.— Respondió tratando de no delatar su propia vergüenza.— Me lo busqué.

Yoo frunció su ceño y crujió sus dientes molesta.— ¡¿Fue Jeon?!

—Esto no es nada, Jimin. De verdad.— Murmuró tratando de alejar a Jimin de su rostro. Se estaba poniendo ansiosa y no le estaba gustando nada eso.

—¡Oh, sí fue ella! —Razonó. Soltó a MinJeong de golpe y se alejó.— Tendré que hacer algo... ¡ahora vengo!

Yoo se fue molesta dejando confundida a MinJeong. La castaña no estaba entendiendo por qué Jimin parecía tan molesta, entonces decidió seguirla poco después.
Sin embargo, no esperó ver tal escena.

Yoo Jimin, quién odia los problemas e incluso se ciega de los mismo. No pudo evitar, por segunda vez, romper su propia regla. Todo por Minjeong. Siempre sería por Kim Minjeong.

Detrás del almacén escolar estaba una Jimin enojada acorralando a Somi.

—¡Yoo! ¿Qué te sucede?

Somi tenía el antebrazo de Jimin en su cuello mientras la mayor la miraba muy molesta.

No había nadie cerca de esa zona escolar, y menos a esa hora. Así que era fácil escuchar desde la distancia a la que se escondió Minjeong intrigada.

—Escucha bien. Si vuelves a hacerle algo a MinJeong te las verás conmigo, y sabe Dios de que soy capaz.— Bramó. Muy en el fondo sabía que no podía hacer nada, era débil como un fideo hervido, pero allí estaba tratando de ser lo suficientemente amenazante por Kim.

La rubia la miró entre confundida y asustada. Jimin no estaba bromeando.

Extendió sus palmas y las alzó en forma de rendición.— ¡Bien! No volveré a tocarla, ¿sí? —Jimin solo la miró.— ¡Ni nadie más de mi grupo! ¿Okay?

Quizá Yoo no estaba al tanto, pero su fuerza estaba haciendo presión en la garganta de Jeon. No lo suficiente para asfixiarla, pero sí para preocuparla de que eso sucediera.

Jimin asintió y bajó su brazo.— Que quede claro.

Cuando dio camino de regreso al edificio encontró a MinJeong viéndola confundida, buscando alguna explicación. Jimin solo la abrazó, no esperaba que Kim devolviera el abrazo, sólo quería sentir una especie de recompensa por lo que hizo.

—¿Por qué hiciste eso? —Preguntó Min finalmente, luego de salir de su trance de confusión. Nunca la habían defendido, y no era que esperara que Jimin fuera la primera.

—Cuando alguien te importa a veces hay que tomar ciertas medidas para protegerle.— Fue lo único que respondió la mayor.

Palabras que se grabaron como un mandamiento en el confinamiento de los pensamientos de Minjeong.

|Actualidad|

—¿Esto fue mi culpa?

Se preguntó de nuevo viendo su reflejo en el espejo del baño. Habían pasado casi dos semanas en donde Minjeong aparentaba estar bien frente a su hija, pero cuando estaba a solas con Karina, era otra persona.
Más calculadora.

Tuvo que acceder a inscribir a su hija a una escuela. Dio la vaga excusa de que se mudaba mucho por su trabajo y por eso no había podido inscribirla.
No hicieron más preguntas y la aceptaron, pese a que era mitad de ciclo. Eso fue hace dos días, ¿estaría cometiendo un error?

Minjeong le dejó en claro que no puede relacionarse sentimental con la niña, simplemente no puede hacer eso, pero tampoco parece odiarla. Es extraño, pero a veces parece estar bien con ella, y otras veces simplemente no habla.

Y Karina en el fondo de su corazón sentía culpa porque sabía lo difícil que fue para Winter crecer sin su madre y con un padre abusivo, además del entorno social nada favorable. Podría estar solo tratando de defenderla, pero no podía evitarlo. Y a pesar de todo lo que supo y vio hacer a Kim, nunca se sintió realmente mal, hasta esa noche donde su mente colapsó y huyó.

El miedo de lo que podía incluso hacerle a ella, era algo que no pudo borrar fácilmente. Y estaba allí tratando de creer que tomó una buena decisión aquella vez que ambas líneas de la prueba de embarazo se reflejaron. 

Su mente le gritó lo que cualquier persona escuchando todo eso haría: ¡Eres una idiota, nunca aprendes! Y menos sabiendo por qué le puso ese nombre exactamente a su hija.

Volvió a echarse agua en la cara, esta vez algo desesperada. ¿Fue su culpa haber defendido a MinJeong? El escenario en su cabeza cambió repentinamente.
Ella siempre veía algo bueno en todos, y con ella no fue la excepción, pero parece que estaba nublando los claros indicios de alguien mentalmente desordenado.

De todos modos faltaba poco para que la pelicorto se fuera. Eso sería un alivio.

Aunque su intuición le decía que eso no iba a suceder. Minjeong era muy buena mintiendo, como si de respirar se tratase; le salía muy natural.

Dos golpes en la madera la asustaron.

—¿Rina?

Se sintió nerviosa y cerró el grifo torpemente. Hizo ejercicios de respiración y abrió la puerta del baño, MinJeong estaba allí, esperándola.

—Solo estaba en el baño...

Winter metió su mano en los bolsillos y luego de dar una vista rápida se fue sin más.

Karina no la entendía. La vio irse y sólo la siguió.

Tenía ese día libre, su hija no estaba y dejar a MinJeong andar por su casa le incomodaba.

—Nunca me respondiste, pero ¿cómo supiste dónde vivo? Aeri no sabe, ni mis padres...

Minjeong se detuvo y sin mirarla respondió.— Karina, existen el registro de nacimiento. Y son datos poco asegurados, un simple código y los obtienes.

Jimin ya estaba a su lado y la miró estupefacta. Minjeong solo tenía una expresión cansada y aburrida cuando los ojos de Yoo encontraron los de ella.

—No voy a decirte más, ¿luego cuál sería mi ventaja? —Completó.

—Suena demasiado rebuscado.

—Es muy fácil obtener datos públicos. En Estados Unidos los datos personales están a un solo click en Google.— Explicó con la misma expresión aburrida.— Aunque te daré créditos por mentir en el registro público acerca del padre de esa niña.

Jimin no respondió, sabía que de alguna manera eso podía pasar. Pero no esperaba que de verdad ocurriera.

Winter sonrió divertida cambiando la expresión de hace unos minutos.—Tienes razón en que no fue consensuado su nacimiento, pero el proceso por supuesto que lo fue.— Se mofó del alegato de Jimin ante el registro civil.— Tus lindos sonidos no decían que fuera forzado.

Y claro, Karina se enojó ante eso.— ¡Cállate!

Kim seguía sonriendo mientras Jimin le gritaba que era una degenerada.
Le era divertido verla molesta, pero al mismo tiempo avergonzada como si supiera que Min decía la verdad. Cruelmente. 

A Jimin le daba gracia y le gustaban ese tipo de bromas, claro, cuando ambas salían. Ahora no era nada agradable.

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Creo que no hace falta explicar qué dijo Karina sobre su embarazo...

Gracias por leer 🤝

Psycho || WinRina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora