|Actualidad.|
Durante la noche, Minjeong repasó la situación. Ella no quería una hija.
El tema sobre hijos lo discutió una vez con Jimin, la recuerda perfectamente, entonces no entiende del todo por qué Jimin pareció ignorar esa conversación donde claramente dijo que no quería, incluso ¡Explicó sus razones! Winter estaba enojada y confundida, ella más que nada quería volver con Karina, tenerla junto a ella, sentirla, amarla. No quería dejarla ir, aunque se mantiene firme con lo que hizo. ¡Ella estaba cuidando a Jimin! ¿Por qué Jimin solo la acusó de estar mal sin saber nada? ¿Por qué parecía odiarla?
No puede aceptar fácilmente el hecho de que Karina la haya dejado por no amarla. Sabe que miente, no es algo lógico, ¿cómo podría odiarla de un día al otro?
Y si las cosas terminaron mal, Winter quería arreglarlas, quería una nueva oportunidad. Pero con una niña en el camino no podrá mantenerse al margen, no sabe nada sobre niños, no sabe nada de amor maternal, no sabe cómo diablos se supone que debe comportarse. Odia que las cosas se tornarán tan desastrosas.
Su comportamiento impulsivo no dejó nada bueno. Winter odia tener un comportamiento tan detonante, ¡por eso necesita a Jimin! Ella la ayuda a estar en sí; a ser mejor, a tener pensamientos ordenados y por supuesto, a sentirse amada.
Cerró sus ojos, pero no durmió nada bien. Levantándose sudando y con su respiración irregular; los recuerdos y las emociones que sintió cuando Jimin se fue, y todo lo que ha hecho en esos años no la dejan en paz. Y no está Karina para abrazarla mientras le susurra que todo estará bien, no, solo está ella viendo el techo un tanto peculiar. Tiene que mantenerse en sí para no ir a la habitación de Jimin y colarse entre las sábanas, para no haberla besado en el momento en que la vio, tan hermosa sin importar ese ceño fruncido.
Entre los brazos de Karina sentía que todo el mundo importaba una mierda y solo existían ellas dos. Ni siquiera cuando su padre finalmente dejó este mundo, ella se sintió tan bien como la primera vez que besó a Jimin y no pudo dejar de sentir su corazón agitarse cada vez que lo recordaba, la manera en que sus dedos exploraban pequeños espacios de su cuerpo. Recordó todo eso tan bien, y terminó durmiendo una hora en tranquilidad hasta que sintió algo tocando su cara.
—¡Haewon! —Karina estaba parada a un lado del sofá de la sala en donde yacía Winter durmiendo hasta que su hija comenzó a molestarla.
La rubia arrugó su nariz con desagrado, se incorporó hasta levantarse en frente de Jimin ignorando a la pequeña.
—¿Haewon? — Minjeong parpadeó y miró hacia abajo a la pequeña que la miró de vuelta con una sonrisa. Luego volvió su vista a Jimin.— Como mi madre...
Karina mordió su labio.— En teoría... sí.
Claro, Minjeong había leído su nombre antes, pero la desesperación y ansiedad por encontrar a Jimin la hizo olvidarlo de inmediato. Sintió un vuelco en su pecho, se quedó en silencio y solo se fue hacia el baño.
Al cerrar la puerta se dejó caer de espaldas contra la misma, agotada. No sabía exactamente de qué, pero escuchar el nombre de su madre no le daba un buen sabor de boca, escupió en el lavabo hacia un lado del baño sin importarle lo antihigiénico que fuera; quería dejar de sentir esas nauseas.
¡Karina le puso el nombre de su madre a esa cosa!
Cerró los ojos molesta y golpeó la madera con ambos puños.
Sí, quizá su madre no era lo que podría decirse una buena madre, mucho menos cuando la abandonó con el ser asqueroso que era su padre, ¡fue una egoísta! Pero Minjeong la quiso, era la única que no parecía asquearle esa parte extra en su cuerpo hasta que conoció a Karina. Y pudo ser una marginada más, pero Kim Jennie tuvo que abrir la boca en preparatoria y decirle a todos. No la odia, sabe que no era tan horrible como los demás, incluso la chica se trató de disculpar, y gracias a ella conoció a Jimin.
Soltó aire pesadamente. Otra vez, otra vez recordar su vida la alteraba.
Después de varios minutos en donde Jimin estaba del otro lado de la puerta con su postura en alerta por cualquier cosa, y después de haber mandado a su hija a su habitación un momento porque hablarían de cosas aburridas.
Cuando la puerta se abrió Winter tenía húmeda su cara y un poco de su cabello.— Tenemos que hablar.— Fue lo primero que soltó Karina.
—Claro.
La mayor se hizo a un lado para que ambas fueran a la cocina. Cuando tomaron asiento, Jimin la miró más de lo que debería; viendo su abrigo y unos guantes, no pintaba nada bien lo que estaba por terminar de aceptar, pero aun así ella comenzó.
—Quiero dejar esto en claro.— Alzó su dedo con advertencia, Minjeong lo miró sin reaccionar.— Ni se te ocurra hacerle algo a mi hija-
—Nuestra hija.— Interrumpió. Karina frunció sus labios y sus cejas.— En realidad, ¿por qué quisiera? Quiero decir, le pones el nombre de mi madre y la tienes sin que yo lo sepa, ¿qué derecho tienes de exigirme algo respecto a ella?
La mayor se empujó hacia atrás, dejándose caer en el respaldo de la silla.—¡Con una mierda! —Vociferó, luego se incorporó para ver fijamente a Winter.— ¿Ahora sí usarás tus estudios de mierda? ¡Qué grandioso! — Comentó con sarcasmo.— Hablo en serio Minjeong, no quiero que le hagas algo a mi hija o te romperé las bolas a golpes. Lo juro por Dios.
Winter negó con su cabeza y suspiró.— Está bien, estoy de acuerdo con lo que quieras.— Soltó, no parecía interesarle mucho.— Quiero al menos saber exactamente qué de mí hay en ella.
—Espero que nada.
—No ayudas, Jimin.
—No pretendo hacerlo. Y bien, mientras no hagas nada y mucho menos la uses para alguna de tus mierdas, estoy medianamente de acuerdo, es tu hija, por desgracia.—Cerró sus ojos un momento.— Y Minjeong, donde trates de hacer algo conmigo, te arruinaré el resto de tu vida lejos de mí.
La voz de Jimin sonó dura y amenazante. Sus ojos profundos absorbieron algún rastro de burla en Minjeong. Debe admitir que Jimin enojada llegaba a asustarla, solo asintió y luego de jurar y jurar mientras cruzaba sus dedos a escondidas, la mayor pareció convencida.
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Soy team Winter.
Sorry not sorry.
Gracias por leer 🤝
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Psycho || WinRina G!P
FanfictionJimin cegada por su primer enamoramiento juvenil, y luego de creer ciegamente en las palabras de quién fue su pareja durante tanto tiempo, logra salir de aquella desastrosa relación. Sin embargo, Minjeong no está nada feliz con eso.