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Por la mañana, luego de dejar a Haewon en su escuela miró en su bolso el teléfono de Minjeong. Al parecer la rubia no lo había notado o no parecía hacerlo porque le habló como siempre en la mañana.

Incluso cuando llevó a Haewon de regreso. Solo le sonrió mientras le decía "nos vemos luego", fue un poco extraño.

Mientras estaba en su trabajo recordó esa llamada pendiente con Aeri. Quizá era mejor tener aquella conversación fuera de casa.

Miró su monitor algo aburrida, habían reasignado muchas actividades y reevaluando algunas otras, fue un caos luego de que el señor Lee se fuera por fraude fiscal o como prefirieron decirlo "problemas personales", ahora su nueva jefa era alguien algo nueva, así que estaban un poco estresados en ese momento.

Sus actividades bajaron su intensidad, después de todo solo era re formular algunas ya hechas, papeleo extremadamente aburrido o como diría Sooyoung "todo lo que nadie quería hacer", no podía negarlo.

—Jiminnie, creo que deberías irte— susurró Joy empujando su silla para acercarse a Jimin—, ahora mismo la jefa Hwang está algo comprensiva, sabe que tienes una hija en casa, así que ve, no la dejes esperando tanto.

—¿Crees? —Joy asintió— Está bien, entonces terminaré esto y me iré, supongo...

Joy acarició su cabello y luego se alejó hasta su escritorio.

Cuando terminó el último trabajo por ese día, acomodó sus cosas y se fue de la oficina.

Estaba algo ansiosa.

La última vez que habló con Aeri fue de madrugada y en medio de una crisis, escuchar su voz y chistes la tranquilizaban, además era como su conciencia dándole las palabras que necesita escuchar y el camino que debería elegir.

Aunque ahora quería cortar ese estúpido mechón de cabello que no ha dejado de teñirse desde la universidad.

Llegó a un parque, todavía lejos de casa, una distancia segura porque no estaba cerca de su trabajo. Minjeong al parecer sabía dónde trabajaba y eso era ya un problema.

Se sentó en una banca y marcó el número de Aeri. Tardó en responder, fue a la tercera llamada que la tomó.

—¿Jimin? 

—H-hola, Aeri...— vio por encima de su hombro, algo paranoica, a pesar de estar a kilómetros lejos de Winter. Tampoco Uchinaga bombardeando preguntas la ayudaba— estoy bien, estoy bien. Déjame hablar, ¿sí?

—¡¿Por qué no me dijiste que Minjeong había regresado?!

Ya habló con su madre al parecer, solo así lo sabría.

Jimin alejó su teléfono de su oído, Aeri cuando gritaba a veces lo hacía muy agudo para su gusto.

—N-no vi la necesidad... estaba haciendo todo bien, ¿sabes? Pero, ¿por qué le dijiste a mi mamá?

Aeri se quedó en silencio—. Sí, no debí hacer eso, pero tu madre no me creyó más y estaba a nada de llamar a la policía diciendo que estabas desaparecida — Jimin casi se atora con su saliva—. Y estaba segura de que lo haría, luego me interrogó por Minjeong y tampoco pude responder bien, entré en pánico. Yoo Jimin, sabes que no me gusta mentir, s-soy alguien sincera.

—Ya, ya, entiendo —su voz sonó rasposa—. Minjeong y yo estamos b-

—¡¿Estás loca?! ¿C-cómo puedes confiar en ella?

—¿Por qué no me dijiste que ella estuvo en tu casa? — Atacó.

Escuchó el suspiro tembloroso de Aeri—. Eso... —la japonesa sabía que si le decía la verdad, Jimin se enojaría con Minjeong y teme lo que haría la menor— solo hablamos, no le dije nada de dónde estabas. No te preocupes, ¿okay? No tengo idea de cómo llegó allá.

Psycho || WinRina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora