Capitulo veinte: ¡Oh Joe! +18

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Antes de empezar con el capítulo quiero informarles que cuenta con escenas y lectura erotica, leer bajo su propia responsabilidad

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Antes de empezar con el capítulo quiero informarles que cuenta con escenas y lectura erotica, leer bajo su propia responsabilidad.

También me gustaría hacer un comentario referente a lo mismo, mi intención no es sexualizar a Joseph ni su persona, todo lo escrito aquí es ficción, Joe dentro de estas lineas es solo un personaje nacido de mi imaginación.

Disfruten la lectura.

••••

Joe no pierde tiempo en levantarse del sofá conmigo aún encima de él. Me obliga a enredar mis piernas en su cintura para no terminar en el suelo.

Me sonríe posicionando sus manos anilladas en mis glúteos.

—Manos a la obra, cariño.

Mientras camina a su espalda puedo ver tendida su camisa sobre el sillón, me acerco a su cuello para dar algunos besos en la zona, alcanzo a ver su vena resaltar, aprovecho la cercanía para descolocarlo y parar mi lengua por su línea al lateral del cuello.

Un leve jadeo sale de sus labios.

—Si no te detienes, lo haré en el pasillo.

Me rio un poco, para echar mi cabeza hacia atrás y poder ver sus ojos.

El brillo en ellos me atrapa, me hace recordar aquellas pocas ocasiones que logré visualizar esos destellos, sus pestañas se agitan a cada parpadeo, paso mis manos por sus mejillas rasposas por el bello facial, las comisuras de sus labios se ciernen hacia arriba regalándome una sonrisa.

—¿Te he dicho que me encantas? —le pregunto.

No soy consciente que comienza a recostarme sobre el colchón de mi cama.

—Es bueno saberlo.

El agarre de mis piernas se deshace cuando Joe se hace hacia atrás, ahora lo tengo sobre mi sentado en mi cadera. La vista es definitivamente majestuosa, siento su dureza haciendo presión en mi.

Muevo con dificultad mi cadera pidiendo algún roce contra mi intimidad.

—¿Te gusta la vista?

—Carajo, claro que sí —me recargo sobre mis codos —siempre es una excelente vista verte sin camisa.

Sus manos van a los botones de la pijama que llevo, mientras me besa con fervor.

Ahora él está jugando con mis sentidos, sus labios, ese sabor a él es el mismísimo afrodisíaco para despertar mi yo hormonal.

El movimiento de sus labios es duro, siento su lengua delinear sobre mis dientes pidiendo paso para entrar a mi boca. Lo dejo, su lengua juega con la mía, sus labios luchan contra los míos, siento un leve tirón de mi labio inferior haciéndome jadeas.

Logra desprender los botones de la blusa dejando al descubierto mi pecho.

Una de sus manos amasa ligeramente uno de mis pechos, deja ir mis labios y abro mis ojos para encontrarme con su rostro sonrojado, no por un sonrojo de pena o vergüenza, un sonrojo de placer, y me doy cuenta que había estado jugando un poco con su cabello dejando los rulos alborotados, cuando deja crecer su cabello me permite jugar un poco más con el.

Contigo siempre      Joseph Quinn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora