Capitulo treinta y uno: No más Joey

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Dos semanas después

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Dos semanas después.

Había ya pasado dos semanas desde mi ruptura con Joseph, no habíamos cruzado mirada ni palabra, me mantenía completamente ocupada al punto de no pensar en mi vida personal, el trabajo, la asociación, la pintura y ser tutora de Zac me habían absorbido por completo.

Había hecho bastantes cuadros a sugerencia de Henry, por un lado habían servido para expresar mis sentimientos, si no podía con palabras entonces podía a través de la pintura.

Iba de regreso a mi departamento cuando una silueta a lo lejos llama mi atención, está sentada sobre los escalones que dan a la puerta principal de complejo.

Estacionó cerca, cuando bajo tomó las cosas que llevaba conmigo, un nuevo canva junto algunos acrílicos nuevos y pinceles, Zac había pedido quedarse con Anne como cada fin de semana, esos dos se habían vuelto muy cercanos.

De mi bolso saco mi llaves mientras me acerco, él levanta la vista haciéndome encontrar con sus ojos marrones, lleva una gorra aplacando sus rulos, me ve a través de sus gafas de lectura. De inmediato se pone de pie y yo me tenso.

-Val-Me llama.

-Joseph.

Asiento con la cabeza en un pequeño saludo mientras subo por los escalones, intento abrir bajo su atenta mirada, ninguno dice nada, mis manos tiemblan un poco y a pesar de la frialdad del clima comienzo a sudar.

-Asi que ¿Joseph?

Asiento-No más Joe o Joey.

Las llaves caen de mi mano.

-Mierda-murmuró para mi misma.

Cuando estoy por tomarlas del suelo nuestras manos chocan.

-Ten.

Sus ojos buscan de manera insistente mi mirada, yo solo puedo evitarla.

Se aclara la garganta mientras se balancea con la punta de sus pies y después sus talones.

-Val.... Vengo por mis cosas.

Abro la puerta y dejo mis compras a mi lado, me acerco a mi buzón recogiendo mi correo, Joseph entra y se queda en el lobby junto a mi.

-Están en casa de tú mamá desde hace una semana.

No parece sorprendido por ello, entre cierro mis ojos.

-Pero ya lo sabías.

Saca las manos de sus bolsillos y me tiende una pequeña caja, la reconozco.

-Esto es tuyo.

-No, eso no es mío, simplemente lo encontré en mi maleta cuando estaba desempacando. -hago una pausa- No es mío, dáselo a Gen si es lo que quieres.

-Val por favor. -me toma de la mano e intenta dejar la pequeña caja que seguro contiene el collar.-Es por tu cumpleaños.

-Eso fue hace dos semanas Joseph. -Quito mi mano de entre las suyas. -Lo que menos quiero en este momentos es recordar ese día.

Contigo siempre      Joseph Quinn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora