Capitulo veinticinco: Conociendo a Zac +18

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Camino a la puerta de la casa donde nos encontrábamos, un nudo en mi garganta se había instalado, no se si dolía por el reciente trago de whiskey o por esas ganas de llorar que tenia atoradas

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Camino a la puerta de la casa donde nos encontrábamos, un nudo en mi garganta se había instalado, no se si dolía por el reciente trago de whiskey o por esas ganas de llorar que tenia atoradas. Decido tomar unos minutos metiéndome al baño, al entrar humedezco mis manos bajo un chorro de agua y las coloco en mi nuca y mejillas refrescando un poco mi cuerpo. Tomo un par de respiraciones hasta que ese nudo se desvanece, salgo del baño, miro en dirección a donde se encontraba Joe y Gen para solo encontrarme a Wesley hablando con la mujer. Emprendo de nuevo camino a la salida.

Hayley me toma del brazo.

—Hey Val ¿Ya se van?

Negué, no quería hablar, sentía que si hablaba solo soltaría el llanto, suspire a la vez que cerraba los ojos.

—Joe se queda, no te preocupes. —le regale una sonrisa amable. La pelirroja era completamente ajena a la situación en cuestión.

Hace una mueca. —Si hizo algo estupido juro que le pateare las pelotas.

Me hace reír un poco pero termino negando.

—Está bien Hayley.

Niega —No, no está bien, Joe es mi amigo pero se que también puede ser un idiota.—me toma de la mano arrastrándome hasta un lugar un poco más solo— ¿Realmente lo amas?

¿Que si lo amo? Carajo claro que sí, eso ni siquiera lo pongo en duda en estos días.

—Lo hago.

—Y se que él también te ama. —hace una pausa antes de continuar —hace años que no lo veía así de feliz, no dejes que algo o alguien los separe.

—¿Alguien? —le cuestionó a la vez que arqueó una ceja.

—Lo sé, es mi amiga pero no por ello estoy de acuerdo con lo que hace.

Me quedo callada por unos minutos, ahora entiendo porque Wesley reacciono como lo hizo, las palabras de Chad y ahora Hayley, todos se dan cuenta de que Gen está haciendo lo posible por separarnos, el único que no lo hace es Joe, no puedo evitar sentir decepción de ello.

—Si de verdad lo amas, no dejes que se interponga entre ustedes —parece que la chica ya va un poco pasada de copas —acá entre nos confío en que tú serás la que ponga fin el embrollo entre esos dos.

Me guiña un ojo cuando alguien se pone a mis espaldas, se da media vuelta y se va.

—¿Así que pensabas irte sin tu novio?—me susurra cerca del oído. —¿Debería castigarte, nena?

Me doy la vuelta encontrándome con el rostro sonrojado de Joe. Sus pupilas están dilatadas por el alcohol que ha ingerido, por detrás veo a un grupo de personas reunidas, entre ellas la castaña que a comenzado a ganarse un sentimiento no tan agradable. Una cabellera pelirroja se vuelve a mi y levanta su vaso en una especie de brindis hacia donde nos encontramos. Le sonrió de vuelta cuando mis ojos se topan con los de la castaña, imitó la escena que casi hace irme del lugar.

Contigo siempre      Joseph Quinn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora