Ha pasado un mes desde que había llegado de regreso a Londres, solo un par de días tenía que viajar a países cercanos, nuestro tour por Europa estaba acabando y lo único que faltaba recorrer era el interior de Reino Unido .
JJ había regresado a Londres, habíamos decidido rentar un departamento en lo que cada uno se establecía, así yo dejaba de invadir el espacio de Maca y JJ el de Henry que a sus palabras no soportaba escuchar a Henry tener sexo con Gabriel.
—¿Qué te parece este?
JJ me señala un pequeño recuadro en una hoja de periódico.
Limpio mis manos con una servilleta y tomo la hoja de papel. Mastico mi comida mientras leo el anuncio de un departamento.
—Me parece bastante bueno, deberíamos llamar al arrendador.
—Estoy en eso— me guiña un ojo.
Unas horas después estábamos entrando a un bonito edificio en la zona 3 de Londres.
Entrando una pareja venía saliendo del lugar con un folleto en mano, seguro venían por el mismo departamento, ambos nos vimos entendiendo lo que el otro quería decir.
Al llegar arriba me encontré con una de las personas menos gratas.
—Val. —me sonrió.
—Genevive.
Me di media vuelta para salir de ese lugar, JJ no tardo en seguirme.
—Espera Val. —La mujer me tomó del brazo, la antigua yo habría sido capaz de darle una bofetada.—Por favor escúchame.
Arrebató mi brazo de su agarre, una chica sale de una habitación y se presenta como la arrendadora, ahora se que es familiar de Genevive, JJ me asiente y decide tomar el tour mientras me deja en la sala común con la castaña.
—¿Qué quieres Genevive? ¿Presumirme tu relación con Joseph? —suspiró—No estoy para estos dramas de preparatoria, ya no.
—Yo... yo solo quería decirte que lo siento.
—¿lo sientes?
Afirma con un gesto. —He comenzado a ir a terapia...
Por fin.
—Me alegro por ti.
—Y hoy se que te he hecho mucho daño, yo ahora lo pienso y me desprecio, he cometido muchos errores, creí amar a Joseph como para no permitir que él fuera feliz si no era conmigo, pero me di cuenta que solo me estaba aferrando a ese trozo de felicidad que me fue arrebatado y ....
Sus palabras salen como vomito verbal, las lagrimas comienzan a correr por sus mejillas, mi parte con empatía y con corazón de pollo me dicen que debo contenerla y abrazar sus disculpas, pero no me corresponde y al menos aún no quiero hacerlo. Fui lastimada de forma intencional, se me permite sentir enojo ante eso.
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Contigo siempre Joseph Quinn
RomanceÉl la promesa del año, actor reconocido. Ella una simple mortal. Él solo quiere ser tratado como un ser humano. Ella quiere un lugar seguro. Sus caminos se cruzan por azares del destino, son lo que el otro necesita. ¿Pero eso es suficiente para ma...