Capitulo treinta y tres: Lo que perdí

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Una semana después

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Una semana después

—Eres muy buena Val, pero si encontramos una técnica con la que te sientas cómoda.. puedes llegar aún más lejos.

Gabriel se encuentra conmigo en el departamento, se ha vuelto una especie de mentor en lo que se refiere a la pintura, estamos en la sala ambos con caballetes frente a nosotros, comienza a mostrarme un par de técnicas utilizadas, hacemos distintos trazos,  nada en concreto.

—Esto es muy difícil Gabriel. —Suspiro mientras dejo caer mis brazos.

—Querida, tienes talento pero te puliremos.

El interfón del departamento suena y Zac corre a contestar, mis manos están llenas de pintura y seguro terminaré manchando todo a mi paso.

Minutos después alguien toca a la puerta y de nuevo Zac es quien corre a abrir.

—¡Miren a quienes me encontré allá afuera! —la voz de Henry me hace voltear a la puerta principal encontrandolo a él, Wesley y Joseph.

Wesley hace un intento por no reír cubriéndose la boca con la mano, por su parte Joseph está serio y centra su mirada en mi acompañante.

—Hola— mi voz sale en un hilo.

—Es un gusto verte Barbie Latina. —saluda Wesley mientras extiende sus brazos y se acerca a mi.

—Ah... Pintura. —lo detengo señalando mi desastre.

Ríe un poco y se presenta a Gabriel quien le mira y asiente con la cabeza, segundos después Joseph se presenta también estrechando la mano del pelinegro.

Henry rápidamente se pone a mi lado, mientras contemplamos la escena.

—Joseph Quinn.

—Gabriel Lanister.—le contesta al tiempo que estrecha su mano.—¿Eres el padre de Zac?

—Si.

Mis ojos se abren con sorpresa ante su respuesta. No parecía muy un padre cuando estaba con Genevive encima devorando sus labios.

—Crei que eras madre soltera. —me mira Gabriel.

—No lo es. —le contesta Joseph intentando su mejor voz seria e imponente.

—Es algo complicado. —le respondo a Gabriel.

Nadie habla por unos segundos y Henry chifla llevándose la atención de los presentes.

—Muy bien Val, he venido porque tenemos que comenzar con la organización del evento.

Asiento.

—¿Podemos tomarnos un descanso Gabriel?

—Joe, Wesley —los llama Zac desde la barra en la cocina —Necesito su ayuda.

Los miro caminar hasta el rubio y se sientan uno a su lado y otro frente a él.

Contigo siempre      Joseph Quinn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora