Todo doble | Taegyu

10. La estrategia

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A Jungwon le gustan mucho las mascotas, tanto así que las quiere todas si eso llega a ser posible. Desea una tortuga, pajaritos, peces, gatos, perros, una serpiente, un hurón, y cualquier otra que vea en la televisión. Por eso ha estado pidiendo casi obsesivamente que lo dejen adoptar un animalito.

Lo conversó con Kai, su mejor amigo.

—Quiero aunque sea tres, hyung —refunfuñó Jungwon.

—Debes pedírselo a los dos, Wonie. Mira, —el pequeño se acercó a su mayor con interés sabiendo que su hyung era inteligente— cuando le quiero pedir algo a mis padres siempre me responden "¿Qué dijo tu otro papá?" Entonces me di cuenta de que deben estar los dos juntos y así cuando lo pida ellos sabrán rápido lo que dijo el otro.

Jungwon asintió asombrado ante la sabiduría de Kai. Entonces pensó en cómo tener a sus padres juntos. Eso nunca pasaba. Incluso, las últimas semanas, solía tener a su abuelita o a sus tíos llevándolo de una casa a otra.

No sabe la razón, pero sus padres evitan verse a toda costa últimamente.

Kai advirtió la tristeza en el rostro de su acompañante. —¿Por qué estás triste? ¿No te parece la idea que te di?

—Es una idea genial, hyung, pero mis padres no están juntos como los tuyos.

El más grande asintió entendiendo. Ya hace un tiempo sus papás le explicaron que los hay padres que no están juntos como los suyos. Tuvieron que hacerlo cuando cayó en cuenta de que Won tenía dos casas en vez de una. Y siendo sincero, le pareció genial porque a veces él se aburría de estar en el mismo lugar siempre.

—De seguro un día están juntos.

—Solo cuando me pasa algo, como cuando me enfermo y tengo que estar en el hospital mucho tiempo.

—¿Y qué tal si te enfermas? —sugirió Kai emocionado ganándose una mirada de desaprobación del menor.

—No me agradan los hospitales, no me quiero enfermar más.

—Entonces no hay otra opción.

Entre suspiros se lamentaron, dejando tambalear sus pies en el aire meciéndose solo levemente en el columpio al que habían sido llevados.

Ahora Jungwon no solo se sentía triste por querer una mascota, también lo estaba por sus padres. Los amaba con todo su corazoncito, pero a veces solo quería que lo acurrucaran en el medio de los dos como hacían los papis de Kai. En vez de tener tantas camas, ¿por qué no solo tenían una para los tres?

—Wonie, tengo otra idea, —más desanimado lo miró esperando que dijera lo que se le ocurrió— cuando estoy en el supermercado y quiero algo que no pusieron en la lista solo me escabullo y lo busco yo mismo. Entonces cuando llego lo pongo en el carrito y me lo compran. Funciona más con papi Soo que con papi Jun, pero funciona.

—¿Y cómo haría eso? No puedo buscar una mascota en el supermercado.

—Pero sí donde las dan en adopción, ¡y sabemos dónde queda!

—¿Dónde se ven los perritos y gatitos por la ventana?

—¡Sí!