34. No querer hablar

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El timbre sonó varias veces alertando a los que se encontraban dentro. Aunque está claro que Jungwon no le prestó atención, solo Taehyun se levantó preguntándose quién podría estar en su puerta a esa hora. El reloj en el salón marcaba que faltaban quince minutos para las ocho de la noche y las únicas personas que lo visitaban ya lo habían hecho más temprano.

El timbre volvió a sonar y resopló acelerando su llegada hacia la puerta. Incluso, riesgosamente, olvidó utilizar la mirilla para ver quién estaba allí. Por lo que cuando vio quien estaba del otro lado de la puerta se sobresaltó como si hubiese visto a un fantasma.

Solo que este fantasma vestía unos blue jeans y camisa blanca, con el pelo luciendo un poco húmedo y una mirada más perdida que la suya propia al verlo ahí.

—Beomgyu, tú qué haces... —no pudo terminar la oración cuando los ojos contrarios y los suyos chocaron haciendo que ninguno fuese capaz de bajar la mirada.

Ni siquiera era capaz de interpretar lo que estaba pasando, solo sabía que las fuerzas internas eran más firmes que él mismo y no querían abandonar esa mirada.

—Necesitamos hablar —fue lo primero que dijo Beomgyu desde que llegó.

—Pasa —le ofreció sin salir del asombro.

—No, aquí afuera —pidió— no quiero que Jungwon me vea y nos interrumpa.

—Está bien —accedió sin entender realmente.

—Yo... —empezó diciendo Beomgyu— ¡Ah! Esto es vergonzoso —sinceró tapándose la cara con ambas manos—. Esto que diré lo que escuché de alguien más que lo escuchó de alguien más, entonces no estoy completamente seguro de nada de lo que voy a decir a continuación.

Taehyun sintió que no debía interrumpir así que se recargó del marco de la puerta para acomodarse y así escuchar mejor lo que sea que Beomgyu tuviera que decir admitiendo que se estaba muriendo de miedo.

—Lo que escuché no hace mucho sentido en mi cabeza, —continuó Beomgyu— pero creo que pudiese ser cierto. Y si lo es tampoco sabría qué hacer, pero al menos no será tan vergonzoso al final —respiró después de haber dicho todo eso corrido, lo que logró que Taehyun riera mínimamente. —Recibí unos mensajes de Soobin diciendo que estaba aquí y que viniera, pero no quise incomodarte y además tenía algo en qué trabajar.
Pero después me llamó y me reclamó por no haber venido. Al parecer —murmuró esto último mirándose los dedos de la mano mientras jugaba con ellos— Soobin cree que puede ser posible que tú y yo, ya sabes, eso.

—¿Tú y yo? —preguntó Taehyun de manera sugerente.

—Él cree que, ya sabes... que tú y yo... —sonaba fácil en su cabeza— Soobin escuchó una conversación tuya con Yeonjun y según él tú dijiste algunas cosas  contándole lo que pasó la semana anterior, y...

—Soobin espió una conversación mía con Yeonjun —confirmó.

—No, Yeonjun te puso en altavoz y ellos comparten habitación, ya sabes —lo excusó nervioso.

—¿Y qué se supone que le dije a Yeonjun? —preguntó acercándose a Beomgyu.

—Tú lo sabes.

—No sé qué tanto sabes —aseguró sonriendo al sentir el aroma del shampoo de Beomgyu más de cerca.

—Dijiste que ibas a hacer algo más, pero no hiciste nada —murmuró Beomgyu mirando hacia abajo.

Oyó el suspiro de Taehyun y levantó la mirada.

Todo doble | Taegyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora