27. Propuestas post-meter la pata

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Del otro lado de la página la historia era menos sentimental y más paranoica. Beomgyu, particularmente, quería arrancarse el cabello o tirarse de cabeza en una piscina olímpica. Lo que no estaba tan lejos porque de verdad se estaba tirando del pelo por la mortificación y había una piscina olímpica en la universidad más cercana.

Soobin por su parte solo se reía disfrutando la escena sentado en el suelo delante del sofá. —¡Kai, más te vale no estar jugando cerca de las flores o nos vamos! —gritó a su hijo a quien presentía cerca de zona peligrosa– Obvio no nos vamos a ir hasta saberlo todo —dijo esta vez en tono moderado digiriéndose a Beomgyu.

—No pasó nada más de lo que te conté.

—Claro, miéntanle a Choi Soobin —incitó con sarcasmo—. Oye, otra cosa, ¿no que tu hijo no quería ver al mío ni en fotos? —le dio un sorbo a su copa de vino.

—Dijo algo como que lo va a ignorar en la escuela, pero que aquí no tiene a nadie más con quien jugar cuando le dije que vendría —contestó Beomgyu dejando caer la cabeza en el sofá detrás de él.

—Yo digo que deberías aprender de tu hijo.

Beomgyu miró indignado a su mejor amigo. —¿Qué insinúas Soob?

—Vamos, Bamgyu, es como ir al urólogo —aseguró Soobin—, nadie se entera, pero tienes la necesidad de ir.

—Con la diferencia de que Kang no es un doctor.

—Con eso no hay problemas, si consigues un disfraz e imaginación todo puede suceder —indicó.

—Haré que ni yo ni los niños oímos esto.

—Ellos están en el patio, aburrido.

—¿Debería esperar a que se disculpe primero?

—¿Por no quedarse a meterte más que solo la lengua?

—No hubo len... —cortó la oración sintiéndose frustrado cuando los niños aparecieron.

Se habían acercado para pedir permiso para tomar algunos snacks. Los adultos accedieron rápidamente. Soobin porque no suele ser tan estricto y Beomgyu porque no tenía ánimos de una charla sobre el porqué no debería comer snacks en ese momento.

—Esta es tu oportunidad, aprovéchala —dijo Soobin volviendo a la conversación—, por lo que más quieres hazlo porque cada vez qué haces lo mínimo Taehyun se estresa y termina quitándome a mi hombre. Hoy era nuestro día libre en común y mira dónde estamos.

Beomgyu se rió ante las quejas de su amigo. —Mucho mejor que estés aquí. Estoy seguro de que Kai no quiere un hermanito.

—Jungwon sí —replicó Soobin sacando la lengua.

A la verdad, Jungwon nunca había pedido un hermano. Suponía que le era suficiente tener a Kai. Y Beomgyu no quería más hijos. Tener a Jungwon fue una bendición, pero esos momentos no fueron tan claros como le gustaría.

Recuerda sentirse perdido y frustrado durante todo el primer año del bebé. Obviamente sonreía a todos, cuidaba de su hijo y se esforzaba por su relación. Pero las cosas no eran tan fáciles como se mostraban.

El miedo de pasar por lo mismo otra vez era creciente cada que se planteaba la idea. Y luego con sus traumas del pasado volviendo, un trabajo que no se asemejaba al de sus sueños y una vida matrimonial en declive, lo último que iba a pensar era en un segundo hijo. Le gustaba ser padre, pero estaba mejor con solo uno.

—Wonie tiene a Kai —dijo levantándose mientras llevaba consigo la botella de vino.

—¡Oye, Bamgyu trae eso aquí!

—Nos vamos a emborrachar si seguimos bebiendo —afirmó haciéndole caso omiso a la petición del más alto.

Observó por la ventana a su hijo jugando con Kai y Maeumi. Lucía feliz, cada vez más adaptado al estilo de vida que llevaban. Estar a un padre cada semana, sin que le falte nada, con tíos, una abuela y un primo lo suficientemente cerca como para verlos cuando quisiera, era una vida bastante cercana a lo que había deseado para él. Incluso si él mismo debía ceder lo haría si es por Jungwon.

—No sé si sueno como un mal amigo —la voz repentina de Soobin hizo que Beomgyu girara rápidamente—, pero ¿recuerdas cuando decías sentirte abrumado y te escapabas al parque? —el aludido asintió—. A Taehyun parecía no importarle acompañarte. Aunque a Yeonjun le preocupaba que su amigo no fuese tan responsable con sus clases como antes. Yo le decía que tú no estabas obligando a Taehyun a actuar como un perro en calor —ambos rieron— que él lo hacía porque haría cualquier cosa que tú decidieras.

>>Taehyun no movería un dedo sin que tú quisieras, incluso si se contiene. Tampoco tiene conversaciones serias con nadie. Y no tengo que decirte mucho porque tú lo conoces mejor que yo —se colocó al lado de Beomgyu mirando por la ventana—, así que la decisión de lo que pasará entre ustedes ahora está en tus manos.

—¿No luchó ni el mínimo solo porque le pedí que no lo hiciera? —cuestionó Beomgyu.

—Él está consciente de que fue su mayor error.

Reconoce que es extremista, producto de cosas del pasado. Cuando era más joven y con sobrepeso le hicieron creer que no había punto medio: o te odian o te adoran. Así pasaron años en los que se esforzó por no ser el chico al que odian.

Entonces llegó a Seúl, conoció a Soobin y lo primero que este le dijo fue "seré la envidia por tener a un compañero de cuarto bonito". Admite que se sonrojó, porque era la primera vez que alguien le admiraba de esa forma. Y después conoció a Taehyun y se enamoró.

Solo que un día se vio en el espejo y se parecía más al adolescente odiado que al universitario bonito. Ese día pensó que Taehyun lo odiaría. Ese día volvió a odiarse a sí mismo.

Porque no había punto medio: o se odia o se adora. El número en la balanza eliminaba por completo el brillo de sus ojos. Los pantalones con el cierre atascado desataban la auto frustración. El reflejo del espejo lo hacía olvidar las promesas que se había hecho a sí mismo.

🧸

Only love can hurt like this!

Nada que agregar, les quiero.

¡Moatori se despide! <3

Todo doble | Taegyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora