Todo doble | Taegyu

42. Todo está bien

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No los despertó la luz del sol colándose por la ventana ni sus relojes biológicos. Fue más bien un ruido insistente y desesperante que provocaba Jungwon al tocar puerta una y otra vez. Ambos lo oyeron, pero Taehyun realmente no quería salir de la cama y cuando Beomgyu quiso hacerlo se lo impidió.

—Hay que abrirle la puerta a Won —dijo en forma de regaño, o todo lo que le permitía el sueño en su voz.

—Déjalo, en algún momento va a desistir.

—Eres el mejor padre del mundo —comentó Beomgyu sarcástico—. ¡Ya voy, tesoro! —exclamó enfadando infantilmente a Taehyun.

La burbuja se deshizo y ambos adultos tuvieron que volver a su rol de padres atentos y cariñosos volviendo el desayuno un espacio acogedor para Jungwon.

De vez en cuando a Taehyun se le escapaban pequeños deslices sobre el muslo de Beomgyu o besos fugaces en la parte que más rápido accediera. Tampoco ayudaba que se hubiera negado a vestir una camiseta. Aunque algo gracioso salió de ello. Jungwon, al ver a su papá con el torso desnudo, decidió que quería ser igual y procedió a deshacerse de la parte superior de su pijama.

Ahora Beomgyu tenía a dos chicos semi desnudos en su cocina, de lo que no se quejaba.

—¿A qué hora entras a trabajar hoy? —preguntó Taehyun.

—Tengo una cita a las diez.

—Entonces yo llevaré a Won a la escuela hoy.

Al escuchar eso, el niño abrió los ojos emocionado. —¿También me recogerás a la salida?

—Puede que Dulzura quiera hacerlo.

—¿Y si van los dos?

Beomgyu centró su vista en el plato. ¿Desde cuando le quedaban tan bien los hotcakes? Este tenía una forma casi perfecta y jura sólo haber usado la sartén y la espátula. Definitivamente estaba mejorando su técnica.

—Claro que podemos —la afirmación de Taehyun hizo que se atragantara con un pedazo del perfecto hotcake que estaba en su boca—. ¿Te encuentras bien, amor? —se acercó preocupado mientras que Beomgyu hacia un gesto con la mano para indicarle que todo estaba bien, podía alejarse.

—Papi, ¿quieres agua?

Antes de poder asentir ya había un vaso frente a él siendo sostenido por Taehyun. —Nos acabas de dar un susto —susurró pasando su mano dulcemente por el pelo ajeno.

—Pero todo está bien ya —aseguró Jungwon sosteniendo la mano de Beomgyu por encima de la isla.

Beomgyu quería respirar. Y aunque suene contradictorio, toda la atención y cariño que estaba recibiendo lo estaban abrumando. Tenía la respiración detenida y si abría los ojos puede que saliera corriendo.

Dos personas a las que le había hecho daño se estaban preocupando por él como si valiera la pena.

—Iré al baño —anunció poniéndose de pie.

A su salida de la cocina dos pares de ojos confusos lo miraban irse. En el caso de Jungwon no entendía por qué alguien iría al baño luego de atragantarse. Mas Taehyun, por su parte, cargaba con una preocupación incómoda sobre realmente las cosas estaban bien como había dicho el niño antes.

—Wonie, iré a ver a Dulzura, puedes ver algo en la televisión si quieres. ¿Está bien? —Jungwon asintió dejándole al Kang mayor el espacio para ir tras Beomgyu.