𝐌𝐢 𝐌𝐮𝐧̃𝐞𝐜𝐚 // 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 ✔

05

[Cinco]

Miré algo desconcentrado las ecuaciones en mi libreta, llevaba más de una hora sentado en mi escritorio intentando hacer estos estúpidos problemas matemáticos que fácilmente podría hacer un niño de 5 años.

Pero por alguna razón no podía concentrarme.

Acerqué el vaso de Whisky a mi boca y di un largo sorbo sintiendo el sabor amargo pasar quemando por mi garganta. Ya no sé por cual iba pero dentro de poco probablemente acabaría con la botella.

Suspiré frustrado haciendo la libreta a un lado y jalando mi cabello.

⟨¿Por qué me siento así?⟩

Tras unos segundos levanté mi mirada encontrándome con la dulce sonrisa de aquella muñeca de porcelana, y que me miraba fijamente con esos ojos brillantes.

—A veces no lo comprendo ¿Sabes?, Quiero decir, salvé al mundo y a mi familia de dos apocalipsis, pude deshacerme de la Comisión, estoy de nuevo en casa y todos son totalmente felices —me crucé de brazos frunciendo el seño—. Y además el viejo ya no está, pero aun así no sé porque me siento tan... Solo...

Mi vista se pierde por unos segundos mientras que por mi mente solo se repetían una y otra vez todas las escenas mencionadas hace un momento.

Cinco había conseguido por fin lo que tanto había deseado por tantos años, pero realmente alguna vez se puso a pensar ¿Qué haría cuando lo consiguiera?

Lo consiguió todo para finalmente volver a la misma situación de siempre.

Sentirse totalmente solo como había estado años atrás...

—Eres la única que me escucha a pesar de solo ser una simple muñeca —la miré—. Desearía que fueras real, aunque es prácticamente imposible.

Mi mirada se perdió nuevamente en la nada cuando una voz a mi lado me hizo sobresaltar.

—De hecho, no es tan imposible como piensas.

A mi lado una chica muy sonriente estaba sentada sobre mi escritorio.

—¡AHHHHH! —grité fuertemente para luego caerme de trasero al suelo al intentar levantarme de mi silla.

Ella solo se rió levemente.

Estaba totalmente perplejo en el suelo.

⟨¿De dónde diablos salió está chica?⟩

—¿Quién... E-eres tú? —hablé con dificultad gracias al susto.

—Oh cierto, que mala educación de mi parte asustarte así y no presentarme —rió divertida mientras peinaba por encima su cabello con sus dedos, luego se dirigió de nuevo a mi con una gran sonrisa en su cara—. Hola, soy _____, tu muñeca. Y es un placer poder conocerte por fin en persona, Número Cinco.

Agitó su mano en forma de saludo.

⟨Espera, acaba de decir que ¿Es mi muñeca?⟩

—¿Muñeca?

—Sí, esa linda muñeca a la que llamas confidente y le cuentas todos tus pensamientos y secretos, soy yo —se señaló con su dedo pulgar.

⟨Por dios, debo estar desquiciado. Y se supone que la desquiciada en esta casa es Lila⟩

—Esto no está pasando —susurré para mí mismo—. Debo estar por volverme loco.

—Eres tan lindo cuando estás confundido —ladea su cabeza—, aunque cuando estás enojado también, pero ese ya es otro caso.