𝐌𝐢 𝐌𝐮𝐧̃𝐞𝐜𝐚 // 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 ✔

26

[Cinco]

Mientras me dirijo a mi habitación puedo escuchar música a un fuerte volumen.

Al abrir la puerta me encuentro a nada más y nada menos que ___ saltando en la cama mientras canta con un peine en la mano.

Lancé mi maletín a un lado y me crucé de brazos observándola.

—Tall, dark and beautiful —al voltear se dio cuenta de mi presencia—. He's complicated, he's irrational —me señaló—But I hope someday you'll take me away and save the day.

(Alto, sombrío y hermoso
Es complicado, es irracional
Pero espero que algún día me lleves lejos y salves el día)

Esta chica está más loca que la palabra, es jodidamente escurridiza y traviesa. Pero la alegría que transmite con sus risas y sonrisas hacen que sea más pasable.

—He's not all bad like his reputation —sonrió con burla—And I can't hear one single word they say —fingía que le cantaba a un público mientras no paraba de saltar.

(No es tan malo como su reputación
Y no puedo escuchar ni una sola palabra de lo que dicen)

Algunas veces no podía evitar sonreír o reír con sus ocurrencias o extrañas ideas. Era muy rara.

—I always forget to tell you I love you, I loved you from the very first day.

(Siempre me olvido de decirte que te amo
Te amé desde el primer día)

Al acercarme a la cama sonreía más ampliamente y entonces solo se dedicó a bailar y señalarme.

—You've got a busy day today, go save the world I'll be around.

(Tienes un día ocupado hoy
Ve a salvar el mundo, estaré cerca)

—Oye, ___–

—And I watch Superman fly away —me guiñó un ojo—. Come back, I'll be with you someday, I'll be right here on the ground, when you come back down.

(Y veo a Superman volar lejos
Vuelve, estaré contigo algún día
Estaré aquí en el suelo cuando vuelvas)

Le di la espalda para ir a quitarme el saco pero un fuerte peso en mi espalda casi me hace caerme de cara al piso.

___ se había lanzado encima de mí sin importarle un carajo que casi nos caemos.

⟨Ahora me tratan como un pony, esto no puede ser peor⟩

—¡¿Estás loca?! —la agarré bien de las piernas para que no nos cayeramos por el desbalance.

Ella soltó una risotada—Lo siento, creí que sería divertido.

—Estás ensañada con destruir mi espalda —ella solo sonreía burlona asomada por mi hombro—. Primero la fuente, luego me arrollas con la bicicleta y ahora esto, ¿Qué sigue? ¿Me lanzarás de la azotea?

—Ay ya, te quejas demasiado. Vive la vida gruñón, tiene mucho para dar.

—Y tú me das dolores de espalda.

Se bajó de mi espalda dándome palmaditas en el hombro y luego se puso frente a mí.

—¿Cómo te fue hoy? ¿Estás bien?

—¿Para qué preguntas? —me confundí bastante con su pregunta.

—Porque quiero saber como fue tu día y como te sentiste. Eso se pregunta cuando te preocupas por alguien.