[Rayita]
Todo se remonta a la época en la que los caballos se usaban como transporte y las mulas como pago.
Claro, solo para aquellos de baja clase.
En un pequeño pueblo —que honestamente no recuerdo donde estaba y tampoco me importa realmente— residía una joven de 18 años recién cumplidos.
Era de las jovencitas más bonitas y amables de su pueblo, la mayoría de hombres la querían de esposa y la mayoría de mujeres la envidiaban bastante.
No era de clase alta pero venía de una familia honrada y respetada por los habitantes de su pueblo.
En esos momentos el mundo tendía a tener ciertas creencias, me refiero a las brujas, dioses o cualquier cosa mágica que puedas imaginarte. Predominaba la creencia de las brujas, pero los más ancianos contaban a sus nietos sobre la existencia de criaturas desconocidas en el bosque.
Y aunque ahora pienses que tan solo eran historias inventadas para entretener o asustar a los niños, está bien, no te culpo pues yo también creería lo mismo.
Tal vez a veces creer en las advertencias de los más sabios por muy irreales que suenen pueden salvarte la vida.
Pero lamentablemente no corrí con esa suerte.
Un día tranquilo y normal como cualquier otro me acerqué a la fuente del pueblo para recoger algo de agua. Llenaba felizmente mis cubetas cuando oí varios murmullos y risas de alguna parte.
Busqué quien podría estar haciendo tal escándalo para percatarme de un grupo de varias chicas reunidas a unos metros de mí.
Me señalaban y reían sin parar, otras solo cuchicheaban y me miraban con ganas de querer matarme.
Las ignore y seguí con lo mio, ya estaba acostumbrada a cosas peores.
Nunca entendí porque hacían eso conmigo, a veces deseaba tener una amiga con la que pasar el rato sin que me juzgara o hablara mal de mí a mis espaldas.
Se supone que las mujeres deben apoyarse y ser amigas, no intentar destruirse las unas a las otras. Y mucho menos por hombres que al final solo las usarían para divertirse y tener herederos.
Volviendo a mi historia, cuando ya había acabado de recoger el agua, un amable anciano se acercó a mí sonriente.
Mi abuelito.
—Hola, mi niña.
—Hola abuelo, es un gusto verlo esta mañana —le sonreí.
—¿Cómo se encuentran tu madre y tus hermanos?
—Oh bueno, ya sabe —sequé mis manos en el delantal de mi vestido—. Mi madre está algo triste por el viaje de mi padre y mis hermanos no han dejado de trabajar duro desde que se fue.
—Sé que volverá pronto, mi hijo siempre ha sido responsable y aun más si se trata de su familia.
—Lo sé, confío en él.
—Por cierto, noté como aquellas señoritas no han dejado de mirarte desde que llegaste. Deberías cuidarte, ma petite poupée.
—¿Por qué? Ya me acostumbré.
—Ven, te contaré una historia —se sentó en el borde de la fuente dando una palmadita a su lado.
Me senté junto a él intrigada por otra de sus locas historias. Parecían sacadas de esos libros de fantasía que solía regalarme desde que era niña.
—Hace muchos años, cuando el mundo empezaba a poblarse y la humanidad crecía cada vez más rápido, los dioses temían no poder tener control sobre su propia creación. Por eso decidieron crear a los guardianes de la tierra, en cada lugar estratégico se creó un guardián para vigilar y cuidar a los humanos.
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𝐌𝐢 𝐌𝐮𝐧̃𝐞𝐜𝐚 // 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 ✔
FanfictionCinco Hargreeves, el asesino más peligroso del continuo espacio-tiempo siempre ha tenido una meta. Detener el apocalipsis. Y finalmente después de todos los sucesos que tuvo que pasar junto a su familia, cumple esa meta por la que tanto había trabaj...