𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚

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El sonido de la puerta principal de la academia abriéndose llamó la atención de un ojiverde que leía un libro en uno de los sofás de la sala.

Al oír un suspiro y los pasos de unos tacones, sonrió levemente de solo saber de quién se trataba.

-¡Llegué, cielo!

El chico dejó el libro a un lado y se levantó para ir al recibidor, ahí la encontró quitándose los zapatos y suspirando de alivio.

-Hola, preciosa.

Ella al verlo, sonrió feliz y salió corriendo hacia él. La tomó entre sus brazos alzándola del suelo y abrazándola con fuerza, ambos soltaron una leve risa.

Se dieron un casto beso y la bajó, pero seguía manteniendo sus manos en su cintura.

-¿Cómo te fue hoy? -preguntaron al mismo tiempo.

Aquello los hizo soltar una risa.

-Yo pregunté primero -dijo ___ con burla.

-Fue un buen día, de hecho, las cosas están yendo tan bien que puede que me tome unas vacaciones.

-Que bueno, cielo. Yo quisiera decir lo mismo.

-¿Qué pasó hoy? ¿Todo bien en la pastelería?

-Sí, es solo que a veces siento que por muchos empleados que contrate, no son suficientes con la cantidad de clientes.

La chica se separó para irse al sofá y lanzarse sobre el.

-¿No crees que deberías tomarte unas vacaciones tú también? Como esa vez que nos fuimos de viaje por tres años, ¿Recuerdas? -le dijo él sentándose a su lado.

Una dulce sonrisa se dibujó en su cara-¿Cómo olvidarlo? Fue el mejor viaje de mi vida.

-A veces extraño las playas de Grecia.

-Sí, y ni hablar de los bellos paisajes de Turquía.

-O la comida de Tailandia.

La pareja suspiró profundamente mirando al techo, unieron sus manos dándose suaves caricias.

-Todo dio un gran cambio, ¿No es así? -mencionó Five.

-"Crecimos" y los demás también, cada quien hizo su propia familia.

-No puedo creer que hayan pasado ocho años de todo eso.

-Ni yo...

La sala quedó en un profundo silencio donde el único sonido que se esparcía por el lugar, era el de la chimenea.

Miles de pensamientos llenaban la mente del ojiverde, todo los recuerdos parecían una película recapitulando cada momento desde que se conocieron.

Le parecía tan irreal que habían pasado ocho años, sintió todo como un parpadeo.

Desde que ambos habían podido vivir su libertad como tanto habían anhelado, las cosas cambiaron para bien. Cada día era una nueva oportunidad para enamorarse más, para vivir la vida como una aventura desconocida, o entender la suerte que tenían de despertar al lado del otro.

Five seguía trabajando en la empresa familiar, que ahora se había esparcido aun más por el mundo, haciéndola una de las más importantes no solo del país, sino del mundo entero también.

Obviamente tenía sus días difíciles, pero le iba de maravilla.

Mientras que ___ decidió montar su propia pastelería y panadería, su don para la repostería dejó a la ciudad encantada. Poco a poco se fue ganando la constancia y el amor de la gente, convirtiéndose así en una cadena de pastelerías muy reconocida en el país.

𝐌𝐢 𝐌𝐮𝐧̃𝐞𝐜𝐚 // 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora