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[Cinco]

Al entrar en aquella tienda todos me miraron algo extraño, pero los ignoré para seguir mi camino, rezaba internamente que ella estuviera ahí.

La busqué por unos minutos que me parecieron eternos al no verla por ninguna parte, mi corazón empezaba a acelerarse por pensar que ella ya no estaba ahí, si ese era el caso entonces estaba perdido.

Pero como caída del cielo la encontré en el centro de la tienda sobre una plataforma donde estaba siendo iluminada por unos pequeños reflectores.

Me acerqué lentamente con la felicidad recorriendo todo mi cuerpo hasta formar una pequeña sonrisa en mi cara.

—Delores... Al fin eres tú...

Como extrañé esa sonrisa⟩

—Te extrañé tanto, mi ángel.

—...

—Sigues siendo tan hermosa como siempre —no podía dejar de admirarla.

—...

—Pues vine a verte, ¿Qué más haría aquí?

—...

Carajo, me conoce tan bien⟩

—Tal vez solo no pude dejarte ir, te necesito y lo sabes.

—...

Suspiré rendido sabiendo que tenía razón, había pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, que volviera así de repente solo era por algo realmente necesario y ahora realmente la necesitaba más que a nada.

—De acuerdo, te lo contaré todo —inhalé profundamente para luego sentarme como indio en el suelo y empezar a contarle todo desde un principio.

Una larga hora pasó contándole la historia con la chica de los moños y como me sentía al respecto con eso.

Hablar con ella de todo esto me daba una completa paz, me escuchaba atentamente sin siquiera opinar o regañarme, y sin darme cuenta antes, eso era lo que más pedía mi mente en este momento.

—Ahora tengo alucinaciones, deja vus y demás. Me estoy volviendo loco porque ya no sé que hacer con esto —pasé mis manos por mi cabello con frustración.

Luego de un largo silencio que me estaba resultando inquietante, lo que me dijo no me lo esperaba:

—...

—¿Cómo me dijiste? —la confusión en mi cara debió ser más que notoria ¿Y ahora por qué se enojaba?

—...

—Deberías estar de mi lado, no en mi contra.

—...

—¿Dónde la dejé? ¿Y eso qué tiene que ver?

—...

Con algo de duda hablé suavemente—La dejé en una caja... Encerrada en el clóset —aparté la mirada al terminar la oración.

—...

Di un respingo al oír su regaño, estaba totalmente hecha una furia.

⟨Y yo que creí que esto sería terapéutico⟩

—...

—Fue lo único que se me ocurrió —levanté mis manos a la defensiva.

—...

—¿Qué fue lo que hice?

—...

—Pero yo–

—... —me interrumpió con un tono severo.

𝐌𝐢 𝐌𝐮𝐧̃𝐞𝐜𝐚 // 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora