𝐌𝐢 𝐌𝐮𝐧̃𝐞𝐜𝐚 // 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬 ✔

𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚: 𝐁𝐨𝐝𝐚

Estaba atentamente escuchando a Lila, Sloane y Allison darme sus diferentes opiniones sobre…

¿Centros de mesa?

—Las rosas de colores pastel combinarían mejor, es un buen contraste con el vestido de ____ y su dulce personalidad —opinó Allison.

—Pero las rosas son algo muy cliché, yo digo que necesita algo distinto —dijo Sloane.

—¿Y por qué no solo usan flores de plástico y ya? Así le queda el centro de mesa a quien se lo quiera llevar —mencionó Lila centrada en su yogurt.

Suspiré algo cansada, no sabía que hacer sin decir algo y parecer grosera.

El Señor Perfecto y yo habíamos tratado de mantener en secreto que nos habíamos comprometido. No porque no quisiera decirles a su familia.

Bueno, realmente él no quería, yo sí.

Pero sabíamos que se pondrían como locos y tratarían de hacer que nos casaramos lo más rápido posible, no por obligación, sino que todos querían ayudar.

No es como que su hermano más difícil se casara todos los días.

Pero digamos que… Se me fue un poco la lengua frente a Luther.

Y cuando el chisme corrió a oídos de todos, no tardaron ni un poco en decidir ayudarme con los preparativos. Eso lo agradecía mucho, los quería por haberme aceptado en su familia con tanto amor.

Pero tal vez me sentía algo… Atrapada…

—También necesitas escoger el color de los manteles —me dijo Allison sacándome de mi trance.

—¿Manteles?

⟨¿A poco eso también era importante para una boda?⟩

—Claro, si no combinan con la decoración va a parecer que lo decoró Klaus.

Reprimi una risa y me mantuve “seria”.

—¿A quién le importan los estúpidos manteles? Yo solo quiero saber que servirán de buffet —murmuró Lila con un montón de yogurt en la boca.

⟨Vaya, al fin algo en lo que concuerdo.⟩

—Lila, esto es serio —jamás había visto a Sloane tan seria en algo.

—Sí, ese día todo tiene que salir perfecto.

Lila rodó los ojos y siguió comiendo, a mí ya me estaban doliendo los músculos de lo rígida que estaba.

De reojo pude notar a Five escondido detrás de las escaleras mirándonos con los ojos entrecerrados.

Arrugue levemente el gesto al notarlo.

—¿Qué dices tú? —me preguntaron ambas.

Me quedé totalmente en blanco, no había escuchado nada de lo que habían dicho.

—Eh… Sí…

—Dejen de llenarle el cerebro de cosas a mi prometida, después ya no podrá pensar en mí —llegó mi hombre de la nada.

Sonreí levemente al escuchar el
“prometida”.

Llevábamos 2 meses comprometidos y aún no podía asimilarlo completamente.

—Yo que tú la salvaría, a este punto Allison va a asfixiarla con los manteles color crema —se burló Lila.

La morena la vio con los brazos cruzados y un duro gesto.

—Uy, no te esponjes, nena.

Five me agarró de la mano y me levantó del sofá suavemente.

—¿A dónde te la llevas?