Cap 5: EL CLUB

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Dos opciones; correr para sobrevivir o quedarse para morir, son esas las únicas dos opciones que tenemos en está vida.

Ha pasado una semana desde que nos mudamos a San Francisco, la relación entre mis padres y yo cada día va yendo mejor, siempre que no estoy recibiendo docencia paso el tiempo con Aarón y Amanda.

La otra chica que conocí en la clase de Geografía no le he vuelto a ver, por lo que he escuchado tuvo un problema familiar, por esa razón no ha estado asistiendo a clases, tampoco e vuelto a saber nada de Bayron desde nuestro encuentro en el pabellón.

Las cosas en el Instituto han estado yendo bien, no he tenido ningún inconveniente con nadie hasta hora.

__¡La tierra llamando a Mel! --grita mi prima Hanna jalando mi cabello __Estamos en un centro comercial por Dios, ¡ya deja ese diario!

Ella y yo estamos en el centro comercial comprando algunas cosas para salir a un club esta noche, es sábado por lo cual no recibí docencia, mi prima se quedará hasta el lunes en casa, ya que también va la escuela en Fresno, le pediría que se quedará por más tiempo pero está en su último año de preparatoria y mis tíos no se lo permitirían, a menos que sea una emergencia.

Hanna está aquí desde ayer, por lo que hoy quiere celebrar y conocer San Francisco al igual que yo.

__Hanna, ¿Por qué siempre tienes que gritar? --intento quitar mí cabello de sus dedos __Ya verás que un día de estos mí cabeza se quedará colgando en tus manos

Desde pequeña hemos sido como hermana, ella es la única de mis primas con la que me llevo tan bien, desde niña tenemos la mala costumbre de halarnos por el cabello, acción que ya no me parece divertido, debido al insoportable dolor de cabeza que provoca.

__¿Vas elegir ese vestido? ---coloca mi cabello hacía atrás para ver mejor la prenda

Me estoy probando un vestido blanco de tirantes, ajustado, corto hasta la rodilla con algunos brillos en la abertura de la pierna derecha, tiene un corte en forma de V desde mí espalda alta hasta la baja, que también esta decorado con algunas gotas de aguas que lo hace ver más hermoso.

__¿Esta bonito?---pregunto mirando mis manos

Hanna sabe más de vestuario que yo, púes siempre va vestida de una manera sexy y elegante a la misma vez, como en esta ocasión que lleva puesto una falda corta color añil ajustando, una camisa blanca también ajustada con tres botones sueltos y unas zapatillas del mismo color que la camisa.

__A decir verdad, todo lo que te pones te queda perfecto ---acaricia suavemente mis mejillas

Nunca voy a dejar decir que ella es una de esas personas que siempre te mantiene el autoestima en alto, gracias a ella aprendí a quererme tal y como soy, y a no llevarme de los comentarios de los demás hacía mí físico cuando sólo tenía catorce años.

A esa edad era una niña en sobrepeso con el autoestima en el suelo, mientras que todas las chicas de mí edad gozaban de un cuerpo hermoso, según los chicos, aquellos comentarios me hicieron sentir indiferente e impotente, esas opiniones repugnantes cada día acababan más con mí autoestima y personalidad, a causa de ello empecé a sentirme insegura, provocando que intentará quitarme la vida dos veces.

Mis bullies consideraban el maltrato como un juego inofensivo que no le estaba haciendo daño a nadie. No obstante, esos comentarios cargados de odio y rechazo por un momento pudieron acabar con mí vida, muchos de los que estaban a mi alrededor cuando intenté suicidarme les dijeron a mis padres que yo solo los estaba chantajeando para llamar su atención, que aquello sólo era un pretexto para tener las miradas de todos en la secundaria y aumentar mi popularidad.

Bajo las garras de mí acosador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora