Cap 57: Triste, aún sin saberlo

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No hay peor tristeza que recordar la felicidad en un día de dolor.

Todavía no he abierto bien los ojos cuando un sentimiento de tristeza y miedo empieza hacerse presente en la habitación, es como si mi corazón me estuviera alertando de que algo realmente malo está pasando, por lo que lo primero que hago cuando abro completamente los ojos es buscar a Bayron. Pero como descubre este ya no está en la cama, mi pecho se contrae y mi respiración se descontra imaginando lo peor. Sin pensarlo dos veces abro la puerta de mi habitación y bajo corriendo a la sala, lo primero que logro ver son rostros tristes y decaídos, los cuáles hacen que me preocupe aún más.

La primera persona que camina hacía mí es mi madre, quien enseguida envuelve mi cuerpo en un caluroso abrazo, ni siquiera logro comprender que pasa cuando intenta guiarme nuevamente a mí habitación, llena de dudas hago que se detenga y con voz temblorosa pregunto temiendo lo peor.

-¿Qué está pasando?

Todos me miran en cambio nadie se atreve a responderme, trato de buscar respuestas en sus rostros pero sigo sin poder entender que está ocurriendo. Bajo los dos escalones que mi madre me hizo subir y termino de pasar a la sala, al parecer todos estaban mirando la tele, así que hago lo mismo, en la pantalla se muestra una reportera hablando de manera segura, mas no escucho que dice ya que no tiene sonido, busco con la mirada quien tiene el control remoto y lo veo en las manos del abuelo, camino hacía a él y él ni siquiera deja que termine de acercarme cuando me lo extiende, le regalo una sonrisa de agradecimiento, pero él sigue igual de plasmado que todos.

Le devuelvo el sonido al televisor y empiezo escuchar la informativa voz de la chica decir;

-Ya sea resuelto la misteriosa muerte del joven: Rick David d' León, puesto que hace dos hora y media se acaba de declarar culpa es principal sospechoso del caso criminal, Bayron Scott, uno de los hijos de los grandes líderes de esta Ciudad. Rickey Scott y su ex-esposa Anna Carew en este instante se encuentran junto a su hijo, quien está enfrentando los cargos de los cuáles ha sido imputado. Tengo que decir que otra vez la ciudad se encuentra en duelo, ya que los causantes de tantas tragedias y malentendidos han sido un grupo de adolescentes, los cuales habían crecido juntos y según sus familiares tenían una muy buena relación, mas ahora, todo aquello entra en duda. Ya que ni siquiera ha pasado un largo tiempo desde que pusieron en detención al antiguo Director del Instituto A Home For Teenagers y a su hija Renata Beatrice Gutiérrez...

La reportera sigue hablando pero mi respiración se corta y no puedo seguir escuchando cuando empiezo a marearme y voy cayendo al suelo en cámara lenta, con la vista nublada logro ver como mi madre corre a mi dirección, y la cara de preocupación de mi padre. Al parecer no podré dejar de causarles mal y hacerlos sufrir.

[....]

Tiempo después.

Un fuerte dolor de cabeza hace que abra los ojos exageradamente, con los ojos cansados y con muy poco oxígeno caigo en cuenta de que nuevamente estoy acostada en la cama de un hospital, ni siquiera me sorprende ver la intravenosa que tengo en las manos y el tubo de oxígeno que me permite respirar adecuadamente, siento que este lugar sea vuelto mi primer hogar, pues mi casa ya pasó a segundo plano. La habitación ya no está igual de como la había dejado antes, pero si sigue teniendo el mismo olor a medicamentos, el mismo color de sábanas, la misma ventana queda al patio trasero y los mismos pisos fríos y descoloridos.

Sigo observando hasta que veo a mi querida prima Hanna, la pobre tiene grandes ojeras, una mirada cansada y los labios igual que un desierto, pareciera que tiene días sin dormir, lo cual me parece curioso, ya que no creo que halla pasado ni siquiera tres horas desde que perdí la conciencia. Intento hablar pero mi garganta raspada no me lo permite, tengo la piel tan cerca que parezco que llevo meses sin darme una buena ducha, al no poder llamarla ni moverme correctamente, sigo observando la habitación, miro la pequeña mesita que se encuentra a mi lado y no comprendo como no había visto esto antes, en ella hay cartas, flores y una que otras cosas. Me pregunto en qué momento trajeron tantas cartas y cuáles serían las razones.

Bajo las garras de mí acosador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora