Cap 14: La fiesta en el Bosque

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No confíes demasiado, sabés que quien puede ser tu testigo, también puede ser cómplice de tú
enemigo.

Convencer a mis Padres de que me dejaran asistir a esta fiesta fue un reto casi imposible, mi madre se negó rotundamente ya que la herida de mi rodilla aún no a sanado por completo, mientras que mi padre no quiso opinar, pero gracias a mis encantos termine por convencerlos.

Sigo caminando al puesto experimentado de bebidas y cojo una cerveza, Amanda, Aarón e Isabella se encuentran en la fogata escuchando las anécdotas de un chico llamado Cristopher.

Renata y sus compañeras no han dejado de seguirme con la mirada desde que llegué, sus miradas deleitan la arrogancia e indiferencia que sienten hacía mí, no les hago caso y sigo caminando, tengo problemas mayores que atender, que a tres niñas mimadas.

Me siento junto a mis compañeros y me quedo con ellos a escuchar las historias de aquel chico llamado Cristopher, Amanda, Aaron e Isabella finalmente se disculparon por no haberme avisado que se iban a demorar ese día horrible, Amanda me comento que se había demorado buscando a su hermano Dayron, quien se encontraba en la área de gimnasia junto a su novia Lesly, a diferencia de Isabella que avergonzada me explico que se había ido con su hermana Jane antes de que terminara la reunión y que por esa razón no la puede ver al salir.

Aarón aún no me a dicho razón por la cual me dejo plantada aquel día.

Aquel chico llamado Cristopher me mira por unos segundos con un brillo indiferente en sus ojos, eso hace que me mueva de lugar y me vaya lejos de la fogata, no se si era mi imaginación jugándome una broma pero la mirada de ese niño hizo que me sintiera intimidada al instante, puede ser que solo sea producto de mi imaginación, estoy segura.

O también puede ser que sea por la desconfianza que e desarrollado gracias a que todas las personas que he conocido en estos últimos días han sido sumamente hirientes conmigo y eso esta ocasionando que desconfíe de todos a mí alrededor.

Los chicos me suplicaron que viniera a esta fiesta, ellos me habían dicho que esto sería bueno para olvidarme un poco de lo ocurrido, que lo tomara como una terapia para afrontar los miedos que están creciendo en mí interior.

Dejo de caminar cuando choco con un tronco y caigo al suelo, me quedo sentada sin moverme al ver a Renata y sus amigas parada frente a mí, aquellas chicas me miran de arriba a bajo sin emitir un sonido.

No sé en que momento Renata tuvo tiempo de hacer ese disfraz, porque ahora está muy diferente a como la había visto hace unos minutos cuando ella y sus amigas me observaban, ella tenía su cabello de color blanco atado en una coleta alta con varios mechones rebelde cayendo a su rostro, tenía puesto una falda dorada corta, un top de color blanco y una chaqueta del mismo color de la falda, sus pies estaban adornados con un tacón de puntillas del mismo color que el top y una cartera pequeña decoraba su hombro derecho, pero ahora está totalmente diferente, su piel pálida está cubierta por un conjunto de color negro, unas botas del mismo color, una tinta de color oscuro cubre todas las partes de sus ojos, labios y un poco de líquido del mismo color le sale de la nariz.

¡Dios! Enserio está loca.

Cuando intento ponerme de pies una de sus compañeras sube uno de sus tacones a la herida de mi rodilla impidiéndolo, aquel acto de aquella chica de alma despiadada hace que la herida me duela al instante.

__¿Así qué estuvieron a punto de abusar de ti? --comenta Renata atando su pelo en una coleta alta dejando ver su hermoso delineado, si ella no fuera mi rival le pediría que me enseñara

La otra chica de cabello rizado saca algo brillante de su bolso, el cual no puedo distinguir que es, incluso achico los ojos para descifrar que tipo de objeto puede ser pero la poca luz que nos ofrece la luna sólo revela que es algo metálico, sin embargo, no distingo que tipo de forma tiene.

Bajo las garras de mí acosador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora