Hay atracciones que son inevitable, deseos incontrolables que crecen día con día en nuestro interior, aquellos anhelos que simplemente no se pueden detener y solamente debemos dejar que salgan a construir o destruir, esas atracciones que son incontables y no hay manera de que se detengan, y la única opción es dejar salir para que así puedan fluir, a pesar de que te puedas arrepentir después.
Bayron y yo somos el ejemplo de ello.
Fuimos atraídos por equivocación, pero ambos disfrutamos la inevitable sensación.
Una vez más atraídos.
No estaba pensando aceptar la invitación de Aarón, pero ahora que me encuentro tan destrozada no estaría mal que despejará mi mente un poco, con todo lo que esta sucediendo no he tenido tiempo suficiente para disfrutar esta ciudad.
Me encuentro sentada en unos de los sofás del club con una margarita en las manos, sonrío al ver a tres chicas bailando en la pista con torpeza, esas chicas podríamos ser Hanna, Wendy (mi otra prima) y yo, es obvio que necesitaba esto, me siento extremadamente feliz desde que estoy aquí, tenemos dos horas de haber llegado, dos horas que me he pasado muy bien, cansada de estar sentada desde que llegué, decido acompañar Aarón en la pista de baile.
Camino a su dirección, lo tomo del cuello y empiezo a moverme al ritmo de la música, él me agarra de la cintura firmemente mientras muevo mis caderas. Se siente tan rico estar así, sin preocupaciones, sin estrés, sin amenazas, sin Bayron, me gusta simplemente estar pensando en mi. Sigo moviendo mis caderas mientras me acerco más a él, cierro los ojos y me dejo llevar por las sensaciones, la música se cuela en lo más profundo de mi ser haciendo que me olvide todo, abro los ojos cuando esta se apaga por unos segundos.
Miro los lindos ojos de Aarón con una gran sonrisa, nunca había estado tan cerca como para apreciar su hermosura, sus lindos ojos azules me miran curiosos, por un instante siento que mira mis labios, aunque después vuelve a mirar mis ojos.
Los luceros de mi compañero son iguales de preciosos que los de su hermano, en cambio, mientras que en los de su hermano se refleja un Bosque Oscuro y Misterioso, en el suyo hay un hermoso Océano de Agua Cristalina, un océano lleno de vida y armonía, donde puedes estar sin preocupaciones, pero a la vez se siente como si hubiera un misterio por resolver. Un misterio totalmente desconocida y atractivo.
A diferencia de Aarón, en el de Bayron se puede ver reflejado un Bosque Peligroso, lleno de problemas pero con un encanto hipnótico, de cual no puedes escapar cuando ya estás atrapado. Dejo de mirar sus ojos encantadores cuando vuelvo a escuchar la música, empiezo a bailar con los míos cerrados. No me quiero seguir torturando pensando en él, sólo quiero atesorar este preciso momento que estoy pasando junto Aarón.
Después de unos minutos en la pista volvemos al sofá, mi acompañante me dice que va por unas bebidas a lo que asiento con la cabeza.
Durante el tiempo que llevo aquí he estado intentando no mirar a su dirección, en toda la noche e ignorando su presencia pero no ha sido nada fácil, aunque su hermano ha sido de gran ayuda manteniéndome de muy buen humor en estas dos horas, no obstante, no pudo evitar que nuestras miradas chocarán cuando estaba de pies en la puerta del club, al ver su rostro diabólico quise irme al instante, en cambio, no puede hacerlo, Aarón con su llegada hizo que me olvidase de todo por completo.
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Bajo las garras de mí acosador
Teen FictionMerry una chica como cualquier otra, con sueños y ambiciones, que se traslada a otra ciudad junto a sus padres para obtener nuevas oportunidades, toda su vida se ve afectada por el chico más misterioso, astuto y temido del Instituto. Un chico que gu...