Cuando amas alguien no lo abandonas en su peor momento, sino que muestras fortaleza ante el problema sin importar que.
Espero que mi madre abandone por completo la habitación y me atrevo ponerme de pies, camino sin hacer un mínimo de ruido y voy a la ventana, miro hacía bajo y la verdad está muy alto, no entiendo como Bayron lo ha hecho durante tanto tiempo. Me lleno de valor y busco la manera de bajar, mantengo el equilibrio aunque unos que otros árboles impiden que salga ilesa.
Ya estando en el suelo me dedico a observar mi ventana, no logro entender porqué El Demonio de Bayron levantó la cabeza ese día, pue la verdad no hay nada llamativo allí o eso pienso yo.
En cambio cuando lo ví caminar esa tarde él si tenía un encanto único, pues con sólo sentir su presencia pude experimentar una atracción incontrolable, me sentí atrapada y esos ojos sin nada de fuerzo pudieron cautivar mi alma, esos preciosos iris esmeraldas tienen algo que lo hacen ser especiales. Dejo de divagar y empiezo a caminar, camino rápidamente hasta que encuentro un taxi en trayecto, me subo en el y le doy la dirección al conductor.
Luego de algunos minutos nos estacionamos en la entrada de la casa de Bayron, le pago al taxista y me bajo del coche. Empiezo caminar a la puerta y antes de ni siquiera tocar alguien me abre.
Levanto la mirada y ahí se encuentra una mujer muy joven y hermosa mirándome con una sonrisa.
__Tú debes de ser Mel --dice invitándome a pasar __Bayron había dicho que vendrías
Vuelve a decir captando mi atención, como sabía él que lo haría.
__¿Dónde está? --pregunto en un susurro
__En su habitación --responde con la misma sonrisa de cuando abrió la puerta
Me pregunto quién será ella y que hace aquí, las veces que he venido nunca la había visto, los únicos que siempre están en esta casa son Aarón y Bayron.
__Te quiero pedir un favor --su dulce voz me trae a la realidad
Le miro sin entender que podría hacer por ella, pues apenas le visto y no creo que pueda ayudarle.
__¿En qué puedo ayudarte? --pregunto algo curiosa
__Se que no sabes quien soy, pero te voy a suplicar que no te alejes de mi hijo, hace ya mucho tiempo no le veía estar tan feliz y mucho menos preocuparse por otra persona que no fuese su hermano o Mateo --suspira acercándose __Bayron no acostumbra a sonreír cuando habla de alguien más, en cambio cuando se trata de tí no parece dejar de hacerlo --la señora sonríe pidiendo que me acerque __Sin duda alguna puedo decir que le gustas mucho, él te estima mucho
Una sonrisa se escapa de mis labios y algo sonrojada respondo.
__No pensaba alejarme de su lado, no te preocupes, yo siempre estaré para él --sonrío recordando sus últimas palabras __Además, él también me hace muy feliz
Su madre deja un beso en mis mejillas mientras me señala el camino que ya conozco perfectamente bien. Antes de subir el primer escalón la escucho decir.
__Mucho gusto Mel, soy Anna --vuelve a sonreír __Espero verte más a menudo en este casa
Mi única respuesta es una media sonrisa, vuelvo a caminar con dirección a la habitación de Bayron, ya estando ahí intento tocar como en la puerta principal, pero vuelven a dejarme con las manos al aire.
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Bajo las garras de mí acosador
JugendliteraturMerry una chica como cualquier otra, con sueños y ambiciones, que se traslada a otra ciudad junto a sus padres para obtener nuevas oportunidades, toda su vida se ve afectada por el chico más misterioso, astuto y temido del Instituto. Un chico que gu...