Cap 40: Lágrimas del Alma

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Vivir recordando el pasado, es vivir alejado del presente.

Respiro profundo al estar de vuelta a mi rutina diaria, desde que entré al Instituto lo primero que mis ojos vieron fue una multitud de personas en la entrada. Camino con desespero buscando a mis amigos, quizás ellos sepan porqué está esa multitud allá fuera.

Desafortunadamente el día de hoy parece no marchará nada bien, pues la primera persona que me encuentro en el pasillo no es nadie agradable para mí.

Intento pasar a su lado ignorando su presencia, pero como ella no puede ser invisible, empuja mi cuerpo a una de las paredes y en un tono severo empieza a decir.

__Desde que pusiste un pie aquí, todo sea vuelto un caos

Renata se acerca más a mí mientras sigue siendo.

__Eramos muy felices antes de tú llegada, poco a poco íbamos superando el pasado, los cuerpos de mis amigos descansan en paz, pero ahora vivimos recordando y sufriendo con cada día que pasa, ¡por tu culpa!

Me alejo de su lado y sin la intención de dejarme intimidar empiezo a decir.

__¿Acaso tienes miedo? ¿Tienes miedo de que se sepa la verdad? --le miro a los ojos y continúo diciendo __Porque si en verdad fueses una buena amiga, estarías alegre de que sepa quién es el asesino de tú compañera y así poder hacerse justicia, a menos que tengas algo que ver

Hago incapié en las últimas palabras, las manos de Renata se posicionan en cada lado de la pared, impidiendo que pueda mover mi rostro, ella me acorrala y su tono demandante se vuelve a escuchar.

__Estas insinuando que tengo algo que ver con su muerte --gruñe como si fuese un león furioso mientras me sigue acorralado __¡Tú no sabes nada! No sabés cuánto sufrí cuando supe que había muerto, ni siquiera las veces que pasé llorando en mi habitación, tratando de ignorar lo que había ocurrido, estuve negando que esto estaba pasando, me sentí frustrada al recordar como la traté, pedí perdón una y otra vez, para que ahora hasta los desconocidos tengan el derecho de pensar que conocen nuestra historia

Ella me deja de acorralar y da varios pasos hacía atrás antes de seguir diciendo.

__Me pregunto qué he ganado al pedir perdón, ¿Qué todos me señalen y crean que fuí yo quién la asesino? ¿Qué piensen que fueron supuestamente mis celos lo que la llevaron a la muerte o qué fue por mi culpa que nuestro grupo se separó? Nadie conoce realmente lo que pasó, en cambio sí se sienten con el derecho de juzgar y sacar sus propias conclusiones sin siquiera investigar

Intento alejarme por completo de su lado, pero sus grandes ojos me observan ferozmente, provocando que me quede intacta en el mismo lugar. Su escalofriante voz vuelve a resonar cuando sin preámbulos vuelve a decir.

__ No te esforzarte nada

Le miro sin entender que está tratando de insinuar, por lo cual decide agregar.

__Estuve enamorada de Bayron durante años, pasé la mitad de mi adolescencia intentando seducirlo y tratando de que me mirase así como te mira a ti, pero no ha valido la pena, porque tú simplemente llegaste con esa esencia inocente y cautivaste su destrozado corazón, mientras que yo hacia todo lo que estaba en mis manos para agradarle, la hermosa Mel con su personalidad de a poquito a poquito fue armando de nuevo las piezas de su insignificante corazón, algo que nunca pensé que alguien lograría hacer, ¡Bravo! Me ganaste sin ni siquiera levantar un dedo, imagino que ni siquiera sabías que estábamos compitiendo

Su sarcástica risa comienza a escucharse en cada espacio del prestigioso Instituto, como sí fuesen grandes campanas anunciando un fenómeno natural.

La temperatura entre las dos lentamente empieza a subir cuando una de sus manos se posiciona en mi rostro, tal vez creí no tenerle miedo, mas ahora la manera en la cual me observa me hace dudar, la razón es qué parece un depredador hambriento apunto de saciar su sed.

Bajo las garras de mí acosador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora