Bajo las garras de mí acosador

Cap 19: Sus Lindos Ojos Cafés

El reto más largo e interesante, es conocerse asimismo, no a los demás.

Narra Bayron

Termino de subir por la ventana y me quedo cerca de esta, lo hago porque esta es la parte donde la habitación goza de total oscuridad.

Verla sumida en un profundo sueño lejos de las preocupaciones me emociona un poco, soy testigo de que en estos últimos días a estado pasando por situaciones extremas y parte de la culpa es mía, se que por mi culpa es que se encuentra exhausta y un poco estresada.

Hace menos de un año para acá e estado deprimido y algo molesto conmigo mismo pero la llegada de esta chica a despertado emociones en mí que creí que habían desaparecido, me sentía más muerto que vivo pero la llegada de El demonio de Lucí a logrado restaurar cada fibra de mi cuerpo, con sólo verla algo en mi cambia, revive, se transforma, se fusiona con el odio que estoy llegando a creer que ya no siento hacía ella y no sé distinguir que sentimiento es este o puede ser que cada vez que la veo me provoca indigestión, porque algo evidentemente me esta ocurriendo, púes sin ella saberlo me a convertido en su obra de arte, en su pequeño roedor y en parte eso a llegado alegrarme, su cercanía a conquistado mi alma, inconscientemente me a hecho una invitación a su cuerpo y corazón, la cual no pienso desaprovechar, mis instintos me exigen que me aleje y no le haga más daño.

Mas sin embargo este deseo que crece en mi interior pide todo lo contrario.

No puedo alejarme de esos hermosos ojos cafés que siempre me miran como si fuera la cosa más hermosa de este planeta. Es evidente que algo entre nosotros se está creando, lo supe desde que no puede estar lejos de su lado, amo la manera en la que me mira, aún no entiendo porqué sus ojos cambian cuando me ve ni siquiera e llegado entender que ve en mí, que me hace ser diferente a los demás, no voy a negar que me encanta cuando se pone nerviosa junto a mí. Me emociona ser ese chico que la pone intranquila.

De una manera u otra su cercanía me transmite paz y alegría, aquellas emociones que estado buscando durante tanto tiempo. Quisiera estar por siempre a su lado, deseo que siempre me mire así como lo hace ahora, con tanto amor y deseo.

Me acerco más a ella y huelo el templo sagrado que es su cuerpo, el cual e estado ensuciando estos últimos días al mis manos estar apoderándose de cada centímetro de el, una pijama azul cubre el hermoso paisaje que ven mis ojos, toco su cabello trenzado suavemente mientras acaricio sus mejillas, paso mis manos sobre su labio carmesí al escucharla susurrar Hanna, la veo moverse una y otra vez, antes de que habrá sus ojos vuelvo a la oscuridad de la habitación.

Una Mel soñolienta deja la cama al ponerse de pies, lentamente camina al baño con la luz aún apaga, desde el lugar que hábito puedo ver cómo se le dificulta encontrar la puerta, así que tomo mi celular y enciendo la linterna, ella haber la luz que se desprende de la pantalla iluminando una pequeña parte de la habitación se asusta y empieza a temblar, una pequeña risa se escapa de mis labios al verla temblando como un conejo en pleno invierno, después de identificar que soy yo, su cuerpo se relaja un poco.

__¡Qué susto me has dado! --dice suspirando antes de entrar al baño

Apago el móvil y enciendo la lámpara mientras la espero sentado en el sillón. Después de unos minutos al ver que ella aún no sale, decido curiosear su habitación, me acerco a un estante donde hay varias fotografías de cuando era pequeña, en una esta sentada con una araña de peluche y los ojos medio llorosos, sus mejillas están rosadas como dos paletas de algodón, parece que antes de que le tomaran la foto había estado llorando.