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No siempre te digo la verdad, así que no siempre me hagas caso lindo diario, si te miento lo hago porque hay cosas que no se deben escribir con tinta de lapicero, sino que deben guardarse en el corazón para siempre, aunque con el paso de los años se vuelvan cenizas
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Me siento tranquila al estar aquí bajo las estrellas en esta casa abandonada, la suave brisa de esta fría noche hace que tiemble un poco, pero vale la pena sentir el clima frío si me puede ofrecer está Luna espectacular acompañada de estas hermosas y brillante estrellas, muevo mis pies en las finas y suaves gramas que se sienten como algodón, extiendo mis brazos dejándome llevar por la gran sensación que me transmite está linda y exquisita noche.
Todo sería perfecto pero la presencia de Bayron acostado a mí izquierda mirándome como sí estuviera en un viaje espiritual lo estropea todo, ahora que lo tengo tan cerca puedo confirmar lo que había dicho antes, tengo toda la razón al decir que parece alguien fuera de esta realidad.
Su lindo rostro están pálido que muy fácil se podría decir que tiene anemia o algún tipo de problema alimenticio, su tono de piel hace ver sus labios más rosa, sus pestañas gruesas y largas se mueven al ritmo de su respiración, sin querer y sin pensarlo me estoy perdiendo en los hermosos ojos verdes de este chico.
Decido mirar a otro lugar ya que no resisto las ganas inmensas que mis entrañas quieren experimentar al sentir sus labios sobre los míos, necesito saber que se siente estar bajo sus brazos, otra vez, juro que mi cerebro sabe que estoy siendo patética pero mi corazón se niega a compartir esa opinión, de verdad que soy consciente de que lo que estoy sintiendo está mal, se que esto es un sentimiento traicionero e hipócrita que me hace quedar como una idiota.
¿Por qué quién en sus santos juicios querría otra noche de lujuria y pasión con su acosador?
Bueno, creo que solo yo, Merry, se que no es correcto que desee a alguien que lo único que me a causado es inquietud e incomodidad.
__¡Ay Dios mío! ¿Qué demonios debo hacer? --susurro
Suspiro y me levanto del suelo, camino lejos de él para poder pensar con más tranquilidad, tal vez sea su loción que me a estado embriagando al estar cerca de sus labios, me niego a sentir algo por Bayron, no quiero ni debo sentir nada por él, es injusto que esté sintiendo cosas como estás por alguien como ese chico.
¿Por qué tengo que acudir a él siempre que estoy en problemas?
¿Por qué no puedo resolver yo mis cosas?
Es injusto que lo necesite y él no me necesite a mí, todo aquí es injusto conmigo.
Me siento en un tronco que está cerca de un árbol, relajo un poco los músculos e intento calentar mis manos, se que mi vida en Fresno no era la más divertida ni tampoco la más interesante, incluso quería no pertenecer a ese lugar pero por lo menos haya no intentaron asesinarme o querer beber mi sangre en una taza como sí fuera café, no voy a negar que sufrí bastante allí, mas sin embargo tenía la compañía de mi prima Hanna que siempre lograba sacarme una sonrisa en momentos difíciles, en cambio, aquí no tengo a nadie más que a mis padres, quienes ya están ocupados con sus asuntos, intentaría confiar plenamente en Amanda, Aaron e Isabella, mas mi corazón siente que me ocultan cosas y no sé si sería buena idea que les contara mis problemas.
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Bajo las garras de mí acosador
JugendliteraturMerry una chica como cualquier otra, con sueños y ambiciones, que se traslada a otra ciudad junto a sus padres para obtener nuevas oportunidades, toda su vida se ve afectada por el chico más misterioso, astuto y temido del Instituto. Un chico que gu...