Quizás mueran queriéndote o tal vez tú vivas pensando que nunca hubo amor, esas siempre van hacer cosas de la vida
Después de estar lo más lejos posible me detengo por la falta de oxígeno, intento volver a correr pero siento un dolor inmenso en la rodilla que me hace detener, parece que la adrenalina se ha ido de mi cuerpo, pues cuando estaba corriendo hace unos minutos no había sentido nada, hasta ahora.
Sigue lloviendo a cántaros, adolorida, cansada, preocupada y asustada es que me encuentro en estos momentos.
__¡Oh cielo tormentoso! --grito al ver mí rodilla morada e hinchada
Arrastro mi pies hasta la otra calle, sólo me faltan tres calles más antes de llegar a casa, me siento en una banca y me quito la venda experimentada que traigo puesta en la rodilla, mis ojos se humedecen al ver la gravedad de la herida.
¿En qué estaba pensando cuando hice eso?
Pero lo que esta sucediendo no es culpa mía, sino de Aarón, Amanda e Isabella por decirme que me quedase a esperándolos, de seguro ellos están de bajo de sus cobijas en sus casas tomándose una taza de chocolate mientras que yo estoy tratando de sobrevivir, esta es la consecuencia que tengo que pagar por haberle hecho caso a unas personas que tengo menos de una semana conociéndolos.
Sino fuera por culpa de ellos, yo ya estuviera en casa durmiendo junto a mí araña de peluche.
__¿Cuando acabará esta maldita pesadilla --pregunto a la nada retirando el cabello mojado que cubre mí rostro
__Puede terminar hoy mismo --habla un hombre mayor de unos cuarenta años a lo lejos __¿Si quieres puedo ayudarte con el dolor?
Esto no puede ser peor ¿Será que soy un imán de problemas? Intento ignorar al hombre, me levanto de la banca y empiezo a caminar.
__¿Para dónde irás? --aparece otro más joven de repente con un bate de béisbol en las manos
Empiezo a correr ignorando el dolor que atraviesa mi rodilla, no obstante, los hombres llegan alcanzarme ya que son más rápidos y no están heridos, el señor que habló por primera vez me hala del brazo haciendo que caiga al suelo de inmediato.
__No fue mala idea salir este día lluvioso --le dice éste a su compañero
Me quedo congelada donde estoy sin poder decir nada, tengo miedo de lo que me pueda pasar ahora, empiezo sollozar bajo la fría agua que cae sobre mí piel maldiciendo una y otra vez a los Scott, los dos hombres me miran con autoridad mientras imitan mi llanto.
__¿Tienes miedo? --se sienta sobre sus rodillas el del cabello largo __¿Sabés qué hora es?
Golpeo su nariz con mi frente haciendo que le salgan algunas gotas de sangre, saboreo el líquido metálico que sale de mis labios cuando una de sus manos impacta mi rostro con un fuerte golpe.
__¡Hija de puta!--grita sosteniendo su nariz
__¡Huy! el conejito se está saliendo de control --dice el otro hombre mirándome con maldad
¿Qué diablos está pasando conmigo?
Desde que me trasladé acá es que han empezado los problemas, mi vida no había sido tan miserable hasta este momento. ¿Será que no pienso tener un día normal en esta ciudad? Estoy segura que no a todos les pasa lo que me está pasando a mí.
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Bajo las garras de mí acosador
Teen FictionMerry una chica como cualquier otra, con sueños y ambiciones, que se traslada a otra ciudad junto a sus padres para obtener nuevas oportunidades, toda su vida se ve afectada por el chico más misterioso, astuto y temido del Instituto. Un chico que gu...