21. Pegasus

659 48 15
                                    

- ¿En que estábamos nosotras?.- Preguntó Carla coquetamente a Lucia.- Ah si, ya lo recuerdo.- Sacó su lengua y comenzó a trazar círculos en el cuello de la Diosa.

- Car...Carla para.- Intentó decir Lucia, pero le encantaba lo que hacía la chica en su cuello. Aida seguía a unos centímetros de ellas con los puños apretados y la mirada llena de odio.

"Solo... solo esta jugando Aida". Le dijo la Diosa por medio de los pensamientos.

- ¡HIJA DE PUTA TE DIJE QUE LA SOLTARÁS, ZORRA!.- Se acercó a Carla y le dió un empujón que la dejó a metros de ellas. - ¡Nadie juega con lo que es mío Lucia de la Puerta ¿te queda claro?!.

Carla se levantó, nunca la había humillado y esta no sería la excepción.

"Me las pagarás".

- ¡Oye pava!.- Se acercó a Aida y le dió una cachetada.- ¡Nadie se mete conmigo y mi chica!.

- Joder Carla ¿Qué dices?, cuántas veces te e dicho que yo no soy tu chic....- Habló Lucia siendo interrumpida por su Okwami.

- Te metiste con la equivocada.- Dijo desafiante Aida. Le dió un golpe en el estómago haciendo que Carla cayera al suelo por el dolor intenso.- ¡ESCUCHAME BIEN, LUCIA ES MI NOVIA Y NADIE SE METE CON ELLA, ES MÍA. SERÁ LA ULTIMA VES QUE LA MIRES O LA TOQUES O TE JURO POR EL MISMO ZEUS QUE VENDRÉ Y TE MATARÉ A GOLPES ¿ME ESCUCHASTE?!.- No recibía respuesta por parte de la chica, ya que estaba sujetándose el estomago.- ¡CONTÉSTAME MIERDA, ¿ME ESCUCHASTE?!.

- S...si, si.- Dijo apenas Carla, luego se levantó y salió corriendo sin mirar atrás.

- Aida, fue demasiado. Ella solo es una amiga que le....

- CÁLLATE PORQUE DEBEMOS HABLAR Y NO QUIERO VOLVER A ESCUCHAR EL NOMBRE DE ESA CHICA O LA DE EMMA QUE TAMBIÉN TE TIENE GANAS. QUE TE QUEDE BIEN CLARO A TI TAMBIÉN LUCIA, YO SOY TU "MÍA" SOLO DE MÍ DEBES RECIBIR CARICIAS O BESOS DE NADIE MÁS ¿VALE?.

- Ok, pero relájate o destruirás mi instituto.

¿Fue demasiado? Sí, fue demasiado. Pero las Okwamis defienden a muerte lo que es suyo. Por lo general aquella conducta se da cuando la marca fue hecha, es decir después del beso. Pero, al parecer no funciona así en los humanos, menos en Aida Redruejo.

En estos momentos la futura Alfa había sido gobernada. Y si, le gustó sentir ese poder en su "mía", lástima que Carla pagó los platos rotos.

Esperó a Lucia afuera de los camarines para que se duchara y cambiara de ropa. Mientras, intentó recuperar la compostura y relajarse, aun sentía su cuerpo vibrar en ira, haber visto como esa chica le coqueteaba y no solo eso, tocaba a su Diosa.
La había descojonado de la peor forma posible. Si no se hubiera controlado, le hubiera partido la cara a golpes y no solo a Carla, sino que también a todo aquel que mirara con ojos de lujuria a su Diosa.

Lucia apareció frente a ella, hermosa como siempre. La abrazó y juntas se transportaron a la copa de aquel árbol tan alto y bello que permitía ver el Fiordo más grande de Noruega.

- ¿Por qué quieres volverme una asesina Lu? Te dejo un par de días y ya me encontrasteis una reemplazante joder. Tú sabes perfectamente que pude haber matado a esa chica a puros golpes.

- Pero no lo hicisteis, no eres así. Aquel golpe y como la trataste te dolió más a ti que a ella.- Se removió sobre una rama para quedar frente a Aida.- Amada de Eros.

Le corrió la mirada y cruzó los brazos, aun estaba enojada con Lucia. —¿Es verdad lo que dijo? ¿La... la besaste?.

- Si, fue mi primer beso.

La amada del Gran Caos [AiLu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora