49. Olimpo

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Las futuras reinas compartían un rico almuerzo con la "Familia Redruejo" antes de irse al Olimpo, debían retomar los estudios y entrenamiento.

- Como siempre Anita, la mejor comida del cosmos.- Comentó Lucia depositando un beso en la mejilla de la madre de su "mía", quien se encontraba sentada a su lado.- ¡Que wenoooouu!.

- Me alegro que te guste hija.

- ¿Cuando vendrán de nuevo?.- Preguntó Pedro.

- Yo la próxima semana para dar la prueba de selectividad y Aiduski.- Miró a su novia.- ¿vendrás conmigo?

- No creo, Carmela me llevará a su biblioteca en el planeta Martes, lo hemos aplazado mucho. Pero quizás la subsiguiente.

- Em... Lucia ¿has...has sabido algo de Gabi?.- Preguntó Aroa un tanto nerviosa.

- Em... no, solo que seguiría con la búsqueda de los traidores. Espero que no la hayan destinado a Saturno.

- ¿Por qué?.- Preguntó Aroa.

- Mm... por nada.

- Lucia, dímelo por favor ¿qué ocurre en Saturno?.- Suplicó la chica recibiendo las miradas de sus padres y hermana.

- Es que, ese Olimpo a estado un tanto... rebelde. Hemos encontrado varios desterrados ahí y al parecer ellos atormentan a los Dioses. Es una esfera pequeña, por lo que es más propensa a la Oscuridad del Tártaro o los fugitivos del Inframundo.

"Gabriela, tienes que regresar a mí, me dijisteis que lo harías". Pensó la chica.

- ¿A qué va esa carita hija?.- Le preguntó Ana ha Aroa.- Se te fue hasta el color ¿Te sientes mal?.

- Em.. no, solo... solo me duele un poco la cabeza ¿Puedo irme a descansar?.

Todos la miraban con la boca en forma de "O" y los ojos muy abiertos ¿Aroa pidiendo permiso para algo? Jamás pensaron que llegaría el día.

- ¿No les molestaría?.

- ¿Quién eres tú y qué hicisteis con mi hermana la pava?.

- Aida, no estoy para bromas. Quiero recostarme, no me siento muy bien.- Dijo un tanto cabizbaja y melancólica.

- Ve hija.- Determinó Pedro, la chica se levantó y se metió en su cuarto. - ¿Qué le pasa a tu hermana Aida?.

La inmortal solo levantó los hombros en señal de desconocer el comportamiento tan extraño que había mantenidos Aroa en los últimos días. — Esta encandilada con la hermana de Lucia. — Dijo sin más, Ana.

- ¡¿Quién te lo dijo?!.- Exclamaron Aida y Lucia al mismo tiempo.

- No que no sabías, hija.- Dijo Pedro.- Pero Aroa le gustan los tíos ¿No?.

- Al parecer los tíos y a Gabi. No me digas que no te diste cuenta como la miraba el día en que Lucia se graduó. Lo raro es que actúe así, quizás esta ves es serio.- Habló Ana. - De todas formas, tú nunca te das cuenta de nada.

- ¡Oye!.- Se quejó su marido.

Conversaron un poco más, luego Lucia ayudó a fregar los trastos ocupados.
Al terminar, decidió ir a la habitación para hablar con Aroa. Debía hacerlo antes de irse al Olimpo.

Tocó la puerta antes de entrar, la chica se encontraba despierta ¿Cómo no estarlo después de saber que Gabriela podría correr peligro?. — Aroa ¿Podemos hablar?.

- Claro.- Dijo aun triste.

Lucia pasó, cerró la puerta y se sentó en la cama de su novia. Meditó las palabras antes de decírselas a su cuñada. — Mm... Aroa, Gabi estará bien. Ella es una gran guerrera. Desde pequeña a sido preparada y tiene a uno de los mejores guías y lider Beta.

La amada del Gran Caos [AiLu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora