Las futuras reinas eran muy amadas por el Olimpo, a pesar que fue impactante y preocupante para el panteón de Dioses saber que la Okwami de su futura reina portaba esencia femenina y era humana, las palabras que Aida les dedicó en la presentación fueron conciliadoras y esperanzadoras para todos.
Sintieron el poder de la representante de la creación de Zeus, definitivamente portaba la esencia de Eros, confiaban en ella y la querían al igual que a su futura Alfa, Lucia.
Luego de dar un recorrido por las calles más inportantes y concurridas del Olimpo, ambas chicas regresaron a Palacio, ahí las esperaba el gran festín preparado en nombre de las futuras gobernadores y sobre todo de Lucia, quién estaba cumpliendo 18.000 Litas.
Pero antes, se dirigieron a los aposentos, la futura Alfa necesita recargar su campo cuántico. Se recostó en su cama en compañía de Aida y llamó al sacerdote real.
- ¿Cómo te sientes Lu?.- Dijo la chica un tanto preocupada.
- Débil, pero pronto pasará.- Dijo Lucia mientras metía su mano en el bolsillo que tenía a un costado de su túnica, algo le estorbaba. Sintió una especie de cajita y la sacó para verla.- ¡Oh! verdad que Alex me entregó esto, se me había olvido. - La abrió y en su interior yacía un anillo de Oro que en un centro tenía una esfera color rojo intenso.- ¡Que lindo!.
- Tu primo es muy majo.
- Si y lo quiero como a un hermano.- Comentó y se colocó el anillo en su dedo indice derecho. Al entrar en contacto con su piel provocó una pequeña corriente en Lucia, pero no le dió importancia.- Aiduski ¿Y tú? ¿Cómo te sientes? Fueron muchas impresiones para las pocas horas que han transcurrido.
- Aun estoy en shock. Amo el Olimpo, tu gente es muy mona y maja Lu. Me encantará reinar a tu lado. Por eso mismo e decidido que quiero que me mar....- Aida fue interrumpida por unos golpecitos en la puerta.
- ¡Adelante!.- Exclamó la Diosa.
Apareció el sacerdote real en el marco de la puerta.- E venido lo más rápido posible su alteza.
- ¡Perfores aproxímate!.
El sacerdote se acercó a la cama y comenzó a esparcir energía a lo largo del cuerpo de Lucia, había gastado demasiado. Pasaron unos minutos cuando por fin pudo repuntar en un 85%, el máximo solo lo lograba su "mía".
- Listo, Diosa Lucia.
- Puedes retirarte y dile a mis padres que pronto iré, deseo descansar un poco.
"Lu, la palabra mágica ¿Cual es?".
- Por favor, Perfores.
- Así será, amada del Gran Caos.- El sacerdote se retiró aun impresionado con el simple "por favor" de la futura reina. En sus miles de Litas sirviendo a los reyes jamás le dedicaron aquella frase.
Lucia miró a su amada quien la contemplaba con esos ojitos tan hermosos y brillantes. Tenía su cuerpo acomodado perfectamente a su lado. — Se que te incomoda la forma y el trato que se les da a la servidumbre, sacerdotes y guardia real, pero debes saber que estas costumbres están fijadas desde tiempos inmemoriales Aidi, es complejo cambiarlas de la noche a la mañana. Además, nosotros somos la realeza y el trato hacia nosotros debe ser distinto. Si los enemigos del reino ven una pequeña debilidad intentarán atacarnos. Muchas veces no me gusta ser así, pero cuando pienso en los posibles daños que mi soberbia puede generar, me abstengo, es lo mejor ¿me entiendes?.
- Si, Lu. Es que... yo no fui criada para ser reina y se me escapan ciertas cosillas. Pero quiero estudiar y ser una gran gobernadora para mi mundo y el tuyo. Discúlpame si te hago sentir mal. - Acarició la mejilla de su novia y depositó un corto y cálido beso en su frente.- No quiero ocultarte nada Lu, en plan quiero ser sincera.
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La amada del Gran Caos [AiLu]
Fanfiction¿Existe algo más fuerte que el amor? Sí, el lazo entre un Dios Rey y su Okwami. ¿Qué activa este lazo inquebrantable? Un beso, un simple pero poderoso beso. Lucia es la primera Diosa femenina destinada a portar la corona de los Alfa y mantener el l...