42. Malas noticias

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Rebecca, la Diosa Beta perteneciente a la guardia real, tenía una orden directa del rey Williams: Llevar a la madre del traidor frente al Alfa.

Litas atrás, Alex le había pedido que cuando el Olimpo supiera de sus intenciones y lo buscaran, llevara a su madre a un lugar seguro.
Su aliada cumpliría su palabra o por lo menos lo intentaría. Su lealtad era con Ares, no con su hijo.

- ¡Que Zeus la bendiga!.- Dijo la noble luego de abrir la puerta y ver a la Diosa Beta vestida con el uniforme de la guardia de Palacio.- ¿Qué desea?.- Preguntó.

- Pertenezco a la guardia real del Dios rey y la reina. Mi nombre es Rebecca. El Alfa ordenó que la llevara a Palacio, desea hablar sobre su hijo.

- ¿Quiere saber con quién está mi lealtad?.- Preguntó directamente Lira.

- Si.

- Esta con el reino, pero necesito intentar que mi hijo retome el camino del bien. Su padre lo manipula, debo ayudarlo.

- ¿Sabe dónde está?.- Se atrevió a preguntar.

- No, pero si lo debo buscar por cielo, mar y tierra lo haré. Es mi hijo y se que muy en el fondo no quiere hacer todo esto, Ares tiene la culpa. Es mi deber como madre ayudarlo.

- Entonces, esta contra el rey.

- No, Rebecca. Entiéndame, yo estoy del lado de los reyes y de mis sobrinas a quienes amo mucho, pero mi deber de madre es intentar apelar por mi hijo. Se que lo desterrarán, pero por lo menos que sea al Inframundo...

- Comprendo, pero debe ir conmigo, Lira. Es una orden del rey. - Dijo fríamente, ya veía que aquella Diosa estaba en contra del plan de su aliado, Ares.

- Dígale todo lo que le e dicho a nuestro Alfa, pero no iré con usted. Debo ir a por mi hijo.- Sin decir nada más, desapareció frente a los ojos de Rebecca. Claramente ella no haría nada, aun pudiendo ¿Para que iba a gastar energía con algo poco relevante? Según ella.

"Idiota". Pensó.

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- ¡Uhm..!.

- Ufff Lu.... Eres... eres genial en esto.- Dijo casi sin aliento mientras Lucia caía agotada y muy sudada a su lado.

- Y...y tú también.

Tardaron unos minutos en que sus cuerpos dejaran de tener espasmos debido a los múltiples orgasmos y en recuperar su respiración. Una ves más sus seres se conectaron y ambas se demostraron el amor y pertenencia.

Lucia estaba acostada boca abajo con la cabeza ladeada hacia un lado y los ojos cerrados, mientras Aida se encontraba sobre la mitad de su espalda, jugaba con un mechón de pelo que caía libremente. — Cada ves es mejor ¿No lo crees?.

- ¿Tener sexo?.- Dijo con la voz una tanto grave.

- Hacer el amor Lu.

- ¡Ja! Si Aiduski, cada ves es mejor. Aunque hay que considerar que es nuestra segunda ves, las demás serán buah, tú.

La chica lanzó un suspiro. — Si.

- Oye y ¿Tú no debíais estudiar? Madre se enojará eh.

- Carmela me dijo claramente, dale a la marca lo que necesita y luego estudia. Órdenes son órdenes Lu, no puedo contradecir a la reina.

- ¡Ja ja! Mira que conveniente señorita Aiduski. - Se giró dejando a Aida en su abdomen. Le tomó el mentón y lo acercó para unir sus labios con los de su Okwami.- Bueno, ya cumplisteis con tu marca, ahora a estudiar bebé.

La amada del Gran Caos [AiLu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora