La amada del Gran Caos [AiLu]

40. Dime que no es un sueño

- ¿Debo volver a hacerte el amor para que veas que soy real?.- Preguntó Lucia coquetamente.

- ¡Luuuu!.- Respondió Aida ruborizándose al instante. - Lo lamento, es que.... Yo.. yo...

- Tú me rechazaste. - La Diosa se quedó un momento en silencio con la mirada en el techo.- Necesito preguntarte algo Aidi sobre....

- No lo amo Lu, jamás lo e amado ni siquiera un sentimiento de cariño. Alex se acercó a mi y yo lo vi como tu primo y por eso se gano mi confianza fácilmente, pero mi mente y corazón siempre han pertenecido a ti...

No permitió que terminara, se apodero de su boca, su exquisita y tan adictiva...boca. Aquellas palabras le arrancaron un gran peso de encima, peso que no sabía que tenía hasta escuchar a su Okwami. — Te creo, se que me dices la verdad ¿Cómo supisteis lo que te preguntaría Aiduski?.

- Mm... no lo se, simplemente lo intuí, supongo o fue la marca. Ahora me toca. - Posó su mentón sobre sus manos, las cuales estaban sobre el pecho de Lucia y la miró fijamente. - Tú me....

- No, jamás te e sido infiel. Ni en el mundo humano, aunque a Carla no le faltan ganas para ayudarme en eso eh, tampoco en el Oli....

- Esa perra ¿Intento algo contigo de nuevo? Mira que voy a Bilbao y le parto la cara de un....

- No amor, tranquila. Lo que si, ahora se junta con nosotras, mi grupo de amigas. Ella y un chaval muy majo llamado Jordi.

- Aun así no me fío de ella.

- En fin, tampoco te e sido infiel en el Olimpo. Lo que te haya dicho Alex es mentira porque yo estaba muy débil y solo me arme de fuerza porque escuché a Sofi y a mamá hablando del anillo y lo que contenía, algo me decía que estabas en peligro.

- Tú estabas en peligro y yo era la villana.

- En parte fue mi culpa que ese idiota te hubiera engañado, yo no fui sincera contigo. Pero eso cambiará de hoy en adelante, empezando por decirte que estoy enojada porque compartisteis nuestro bosque mágico con él. Ya no será lo mismo.

- Lo se y me arrepiento por eso Lu.

- No pasa nada, hay muchos lugares en este mundo que son bellísimos y mágicos, comenzaremos de cero, sin mentiras ¿Vale?.

- Vale. Oye ¿Tú sabes por qué si yo soy tu "mía" no morí contigo?.- Preguntó Aida quien seguía mirando atentamente a su novia.

Lucia respiro profundo e intentó recordar ese difícil momento. — Porque... yo se lo pedí. Cuando me rechazaste me confirmaste que amabas a ese idiota, pero te juro que no te odié ni siquiera a él. Solo bendije su amor y le pedí a Eros, tu padre que me llevara solo a mí y al parecer él acepto.

- ¿Así de fácil te rendisteis Lu? ¿No ibas a luchar por mí?.- Preguntó sería y un tanto impresionada por las palabras que utilizó su novia.

- Lucharía contra miles por ti, pero no contra ti. El rechazo significa que tú no me aceptas en tu vida, que no me amas, ante eso nada podía hacer. Aidi, mi existencia se funde, en plan, se une con el lazo, al contrario tuyo, ya que nace de ti. Al rechazarme cortas ese lazo y el extremo que pierde rápidamente es el mío, por eso perdí la vida súbitamente. Pero me sentí feliz porque tú habías encontrado el amor en mi enemigo, por raro que parezca.

Aida relajó toda expresión en su rostro y le dió un beso más a su Diosa, no podía enojarse con ella, menos después de aquella respuesta. — Eres noble Lu, que bonita alma portas.

- Y tu también bebé.

Se quedaron unos minutos más en la cama, ambas en un silencio cómodo y necesario. Estaban en paz, disfrutando del momento.