41. Que comience la búsqueda

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La familia real se encontraba aún en los aposentos de Lucia. Lloraban su pérdida, su hija, su primogénita, su hermana, su sucesora al Trono se había ido para siempre.

Williams se encontraba arrodillado a los pies de la cama, su corona yacía a un costado de él, en el suelo. Carmela estaba recostada, aferrada con todo sus fuerzas a la almohada donde hace algunas Kitas atrás posaba la cabeza de su hija, lloraba sin consuelo alguno.

Gabriela y Sofia se encontraban sentadas en el suelo, abrazándose e intentando darse contención, pero nada calmaba la pena y nostalgia que se había apoderado de su seres.

Lucia y Aida llegaron a los aposentos y observaron aquella escena tan desgarradora. La futura Alfa miró a su Okwami, soltó su mano y caminó posicionándose al medio de la habitación.

- ¡SOY LUCIA, HIJA DE EL GRAN REY WILLIAMS Y LA GRAN "MÍA" CARMELA, HERMANA DE GABRIELA Y SOFIA, DIOSAS BETA Y GAMMA. GOBERNARÉ EL COSMOS, LOS CIELOS Y EL OLIMPO. SOY LA AMADA DEL GRAN CAOS Y SUCESORA A LA CORONA DE ALFA!.

Todos levantaron la vista y escucharon atentamente. Pero no hubo mayor reacción, no lo creían. Al igual que Aida, se aferraron a la idea de que era una ilusión, una hermosa y bella ilusión.

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La muerte no existe, la gente solo muere cuando la olvidan; Si puedes recordarme siempre estaré contigo.

Isabel Allende

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- ¿Eres tú en verdad? ¿No eres un recuerdo?.- Preguntó Sofia con la cara cubierta de lagrimas.

- Soy yo enana, soy tu hermana Luci.- Se acercó a ambas Diosas y las abrazó, sacándolas de la impresión.- Las extrañe mucho, las amo con todo mi ser.

- ¡LUCIIIII!.- Gritaron ambas.

- Luci, pensé... pensé que habías desaparecido. Fue horrible.- Comentó Gabriela.- No te vayas nunca hermana, nunca.

Los reyes la miraban sin poder creerlo. Lucia se acercó a ellos. Beso en la frente a su padre y luego a su madre, quién sintió un energía reconfortante surgir desde su vientre. — Soy yo, su sucesora. — Les dijo.

- No, eres nuestra querida hija.- Corrigió Williams y la acercó a su cuerpo para abrazarla lo más fuerte que podía y soltar las últimas lagrimas que le quedaban. Mientras Carmela se incorporaba de la cama y la abrazaba por la espalda.

- Has regresado a nosotros mi pequeña ¿Cómo es posible?.- Comentó Carmela.

- Mi alma se encontraba con Caos, él me abrazó y dejó que me quedara a su lado en los mundos superiores. Sin un cuerpo, era como él, solo esencia. Cuando Aida me besó, mi alma la pedía a gritos, era como un imán, necesitaba volver porque la marca me llamaba. Caos se dió cuenta de ello y me dijo que volviera a la vida ya que todo había sido un vil engaño y el rechazo no era de corazón. Cuando retorne a mi cuerpo, todo en mi se estremeció, no sabía donde estaba, tenía miedo, ni siquiera ver a Aida a mi lado me daba calma porque no sabía quien era, solo mi cuerpo la reclamaba...no pude más y desaparecí para ir a las caballerizas. No se porque pero recordaba a Pegasus Buckbeak, lo solté y lo monté. Luego recordé el lugar que frecuentaba en el mundo humano, aquel bosque. Me transporte ahí y volé por mucho tiempo hasta que mi cuerpo volvió a sentir el llamado de la marca en mí Okwami, reclamaba mi presencia. Mire y Aida estaba en la orilla y aterrice cerca de ella.

- Entonces, lo del beso resultó.- Dijo Sofia quien se encontraba parada detrás del rey.

- Si Sofi, estoy orgullosa de ti.... De todos porque no se rindieron y me devolvieron la vida.

La amada del Gran Caos [AiLu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora