28. La Gran Diosa Aida

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"Aiduski, ¿salisteis del cole?".

"Si, estoy en casa ¿Vienes?".

"No, te esperó en nuestro lugar secreto".

"Vale, voy".

Aida se levantó del sofá y fue al cuarto de su madre, quién había llegado hace poco de la peluquería. — Mami, Claudia quiere contarme algo. Cenaré con ella ¿Vale?.

- Bueno, no regreses tarde mirad que mañana tienes cole.

- Si mamá.

Salió de su casa y se encaminó a un lugar solitario, miró a todos lados y al comprobar que no había nada, desapareció.

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Lucia se encontraba sentada en la orilla de la laguna, como siempre, le gustaba apreciar el brillo que afloraba del agua a raíz del sol. Aida se quedó un momento viendo a su Diosa, la calma que transmitía era extraordinaria.

- Lu.- Decidió interrumpir las posibles reflexiones que estaba haciendo su novia mientras observaba la hermosa laguna frente a ellas.- ¿Que tal?.- Se acercó y se sentó a su lado.

Lucia entrelazó sus dedos en la mano de su amada. — Bien.- Dijo en un susurro sin apartar la mirada del brillo en el agua. — Hablé con mi papá y los sacerdotes reales.

- ¿Ya? Y ¿Todo bien?.

- Si, supongo.- Su tono era triste y melancólico, le encantó visitar su futuro reino, pero sentía que siempre volvía sabiendo más cosas, cosas que la alejaban de su Okwami.

Aida no quedó indiferente frente a aquel comportamiento de la Diosa, sabía que algo le pasaba. — ¿Por qué estás así?.

- ¿A si como?.

- Cabizbaja, triste, no lo se. ¿Pasó algo en el Olimpo?. - Se atrevió a preguntar.- Se sincera conmigo, así como yo lo soy contigo Lu, por favor.

- No, no pasa nada amor.- Corrió la vista del agua y conectó con la mirada de su "mía".- Hable con mi papá sobre tu dificultad para aumentar de tamaño. Me comentó de un poder llamado bicorporiedad. Proyectaré parte de mis poderes en ti y así podrás aumentar de tamaño y miles de cosas más. Mientras tengas mi poder Aiduski, serás inmortal. - Le dedicó una sonrisa tierna.

- Pero, ¿eso no te hará daño o algo así? Suena complejo.

Lucia volvió a mirar la laguna. — No, solo los sacerdotes reales tendrán que recargar mi campo cuántico, pero nada más. Sin dolor bebé.

Claramente la Diosa no iba a compartir lo que le dijo el sacerdote real, algo que el rey no sabía.

La Bicorporiedad es una "magia" de doble filo. Pocos Dioses lo han usado porque genera un dolor horrible, sobre todo si se ocupa por un período largo. Y no solo es dolor, se acompaña de debilidad muscular, una completa agonía para un inmortal.

Aquel padecimiento se podría evitar si Aida aceptara marcarse, pero eso no sucedería, no por ahora.
Así que el sacerdote del Gran Caos, le dijo que por el tiempo que estaría duplicando su poder, estaría sumergida en la agonía tres semanas aproximadamente en tiempo humano, 3 semanas que Lucia tendría que hallar la manera para que Aida no se enterrara.

¿Amar es sufrir? Para la futura Alfa, sí. Su prioridad es y será la felicidad de su "mía", por sobre su propia felicidad.

- Mm... suena simple para algo tan complejo Lucia de la Puerta.- Comentó Aida, si bien no sabía mucho del mundo de los Dioses, sentía... intuía que algo no le estaba diciendo su novia.

La amada del Gran Caos [AiLu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora