Capítulo 11

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"Naciste para ser real, no perfecta."

El principio del pasillo del colegio está lleno de huellas de barro. Oriana las esquiva y va contándome que al otro día es el cumpleaños de su prima más pequeña. Llegamos a su casillero y ella lo abre mientras sigue hablando. Creo que nunca la he visto más animada que hoy. Le sonrío aunque no sé ni de qué me está hablando.

-Voy por mis cosas, allí enfrente. –Señalo detrás de mí.

Ella asiente con una sonrisa en el rostro y luego doy media vuelta. Pongo la combinación en mi casillero y abro mi mochila para meter mis libros y dejar otros allí. Siento como me palmean la espalda y lanzo una mirada a mi hombro derecho, Agus me sonríe. 

-Hola, bro.

-Hola, amigo.

Un apretón de manos y una sonrisa de parte de mi mejor amigo y me doy cuenta de que debo disculparme con Agus por haberlo tratado algo mal ayer. Y Caro... Bueno, Caro debería disculparse ella, yo solo la ignoré por un momento.

-¿Cómo va tu vida, Serrano? –Abre su casillero a mi lado y mete la cabeza allí adentro-. Frida me dijo que soy un inmaduro, zángano y que hago comentarios aburridos y tontos. No estoy a su altura, según ella.

Saca la cabeza de allí y hace una mueca. Junto mis labios en una fina línea mientras cierro mi casillero.

-Bien, bien. Bueno, Frida solo piensa en alisarse el cabello y maquillarse, no me sorprende que "no estés a su altura". –Hago comillas con mis dedos.

-Buen punto. Pero pensé que teníamos química, que yo le gustaba, no sé. –Se encoge de hombros y baja la mirada.

-Las mujeres son mujeres, hermano. Si no fueran bipolares, no serían mujeres.

-¡Oye! –Una Oriana con sus manos sobre la cadera me mira ceñuda.

-No precisamente tú. –Me río divertido.

-¿Entonces no soy mujer?

-Cállate, intento ayudar a un amigo –digo casi en un susurro.

Ella me sonríe levemente y luego nota la mirada de mi amigo. Baja la mirada hasta sus manos entrelazadas y su reacción me entristece. Ella no está acostumbrada a estar con mucha gente, a que la miren mucho, a que le hablen personas todos los días. 

-Hola. –Agus le sonríe.

Ella alza la mirada y hace exactamente lo que hizo cuando yo le hablé por primera vez. Se da vuelta y analiza a sus espaldas por encima de su hombro, luego se vuelve hacia mi mejor amigo y se señala.

-Si tú. –Hace una mueca divertida y le tiende la mano-. Agustin Bernasconi.

Ella frunce los labios y toma la mano de él, obviamente, sin soltar la manga de su buzo blanco. Sonrío tiernamente al verla interactuando con otra persona más. Me siento orgulloso por un lado y creo que es hora de que Oriana haga amigos, muchos amigos.

-Puedes decirle Vergasconi, si gustas. –Me burlo.

Los ojos de ella se iluminan divertidos y suelta la mano de mi mejor amigo para cubrirse la carcajada. Me río y Agus da la vuelta para golpearme en el hombro. 

-Maldito.

Oriana se sigue cubriendo la boca y ríe.

-No te preocupes Vergasconi –dice riendo-, Ezequiel es así.

Abro la boca impresionado por su comentario y ella ríe levemente. Agus larga una risotada a la vez que cierra su casillero. Ahora mi amiga se muerde la lengua y se abalanza sobre mí.

Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora