Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINAR

Capítulo 7 (Segunda temporada)

"Friends and confusion."

-¿Vas a quedarte en la cama, cariño? -Pregunta mi mamá entrando en la habitación.

-No me siento bien -digo con la cara pegada a la almohada.

-Está bien, ya me voy. Cuídate.

-¿Luca está aquí?

-No, salió a buscar trabajo.

Sonrío adormilada.

-Está bien. Te veo a la noche, ma.

Siento como cierra la puerta de mi dormitorio y me pongo de pie en silencio. Prendo la lámpara sobre la mesita de noche y abro el armario en busca de ropa para hoy. Corro hasta la ventana y abro la cortina. El auto gris de mamá corre calle arriba siendo completamente empapado por la lluvia haciéndome suspirar tranquila.

-Aquí voy.

Vuelve Julian, vuelven las locuras.

Me coloco unos vaqueros nevados medios desgastados, porque no tengo otra cosa, y un sweater con dibujos extraños, pero lindos. Me ato el cabello en una trenza y subo las mangas del abrigado sweater para encontrarme con los cortes rojos ardiendo por el roce de la ropa, los soplo en un intento de acallar el ardor. Salgo de mi habitación y entro al baño, lavo mis muñecas cortajeadas con agua y jabón para luego tirar alcohol sobre ellas. Cierro los ojos por el dolor y las seco con la toalla celeste del baño. Vuelvo a mi habitación en busca de mis pulseras y las coloco allí para que sirvan como escondite de mis lastimaduras. Me coloco unas zapatillas negras, perfume, pinto mis pestañas y bajo la escalera para encontrarme con la cocina vacía y fría.

El hambre apuñala mi estómago y me obligo a observar hacia otro lado cuando las ganas de comer me inundan por completo.

No. Debo. Comer. Nada.

Busco mi bolso junto con el móvil y lo dejo sobre la mesa de la cocina, corro escaleras arriba para cepillarme los dientes para completar todo y estar lista para cuando llegue Julian. Apago las luces de arriba y bajo las escaleras tranquilamente hasta llegar a mi bolso. Prendo el televisor y busco algo divertido o interesante, pero no me topo con nada.

El claxon del auto de Julian, o de su mamá, suena en la puerta de casa.

Acomodo el bolso negro sobre mi hombro y miro por la ventana al costado de la puerta de madera. Julian baja el vidrio del lado del copiloto justo cuando yo abro la puerta. Lo saludo con la mano, él me sonríe y devuelve el saludo con un guiño a la vez que abre la puerta para que yo corra hasta allá. Cierro la puerta y corro bajo la lluvia hasta entrar en el auto negro de Diana.

-Hola -digo pasando mis manos mojadas por los vaqueros.
Julian cierra el vidrio de mi lado y siento su frío dedo bajo mi barbilla. Giro la cabeza para encontrarlo muy cerca de mí. Me muerdo el labio inferior en busca de algo que me quite los nervios.

-Hola -dice casi en un susurro.

Mis ojos miran directamente dentro de los suyos y como si eso fuera un permiso, Julian se inclina y planta un suave beso en mis labios. Se aparta y enciende la calefacción.

-¿Tienes frío?

Asiento levemente.

-¿Starbucks o desayunos de Mc.Donalds?

Muerdo el interior de mi mejilla mientras pienso. Julian tranquilamente regula el calor dentro del auto.

-Mmm... En el paseo de compras del supermercado hay un lugar qué tiene ricos desayunos.

Junta sus manos y las frota antes de colocarlas sobre el volante.

-Como tú digas.

Esto es extraño, ¿o es solo mi idea?