Capítulo 55 (Segunda Temporada)

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"How brave was she to smile even with sadness in her heart."

Dan se adelanta encendiendo un cigarro a la vez que camina en dirección opuesta a Julian, él voltea y lo sigue.

-¿Dónde haz dejado el coche? -Pregunta.

-Creo que a la vuelta -dice Julian metiendo las manos en sus bolsillos.

Me doy cuenta de que estoy observándolos alejarse, así que tomo la botella del suelo y corro detrás de ellos.

-¿Y adónde vamos?

-Ya verás, Sabatini.

Trago saliva con la furia acumulada en todo mi cuerpo, agarrando el antebrazo de Julian me ubico en medio de ambos.

-Me llamo Oriana -digo intentando no sonar enfadada-. ¿Entiendes o qué?

Julian ríe.

-Bueno, Oriana creo que luego de esta noche podemos ser amigos.

Amigos mis cojones.

-¿Adónde vamos?

-A una fiesta.

-Estamos a miércoles, Dan.

El chico larga una risotada cuando Julian saca las llaves del coche.

-¿A quién le importa el día? ¿O el colegio? Simplemente vivimos una vez y vamos a disfrutar.

Julian tose haciendo que me estremezca y lo suelte por completo. El chico de tez oscura le quita las llaves para abrir el coche, un coche negro que probablemente tenga apenas dos días como mucho. Julian toma el asiento del copiloto cuando Dan rodea el automóvil, así que antes de que arranquen y me dejen aquí varada, abro la puerta trasera y me deslizo por el asiento compartido hasta quedar sentada entre medio de ambos.

-Está bien, ¿y de quién es la fiesta?

-Skylar -responde Julian-. Ponte el cinturón.

La voz de mi "ex" hace que mi corazón de un vuelco importante dentro de mi pecho. Ni siquiera sé en qué momento lo perdí por completo, no sé cuándo comenzó a meterse en todo este asunto de fiestas, alcohol y droga.

-Mi chica.

El motor ruge cuando nos incorporamos al tráfico. Me deslizo hacia un costado para más seguridad, ya que en caso de que nos estrellemos, lo cual no me sorprendería porque la manera de manejar de Dan no es para nada segura, podría salir volando entremedio de los asientos así que cruzo el cinturón por mi pecho y saco mi móvil.

"Estoy con Dan y Julian. Vamos a una fiesta y siento que en cualquier momento moriré. ¿Sabes una cosa? Te quiero un montón." De: Oriana. Para: Celeste.

Observo el móvil esperando una respuesta de Cele, la cual no llega en tres minutos y me obligo a meter el celular en la mochila para no estar pendiente de él.

-¿Oriana? -Habla Dan-. ¿Cuál es tu bebida favorita?

Pienso durante unos segundos.

-Probablemente la Sprite.

Los oigo reírse casi a carcajadas. ¿Qué hay de malo? Me gustan las pequeñas burbujas y su sabor, y... No es alcohol, entiendo.

-Bebida alcohólica, nena. -Sus palabras son extremadamente sensuales-. Ella no bebe, Dan.

El chico para ante la luz roja.

-¿Cómo es que sigues viva?

Mi lado maldito se enciende por completo dándome un repertorio de respuestas completamente asesinas e hirientes.

-No quiero tratarte mal, ¿crees que puedes dejarme en paz?

Julian ríe.

-No dije nada malo, sólo no sé cómo a tu edad puedes pasar una semana completa sobria.

-Es lo que una persona normal hace, ¿sabes? Y creo que eres tú el problema, no los demás. Me parece que...

-Bueno, bueno, bueno -dice Julian intentando frenarme.

Dan ríe.

-¿Sabes? Me caga de gusto tu personalidad.

¿Por qué diablos habla de ese modo? Siento que cuando lo oigo hablar mi parte mala quiere asesinarlo, si es que tengo una parte mala. En verdad comienzo a creer que Dan a creado mi parte mala, la parte que quiere matar, destripar y... Soné como toda una loca... Voy a respirar hondo y calmarme.

-¿Dónde es la fiesta?

El coche arranca haciendo que mi espalda quede completamente pegada al asiento de cuero. Suspiro. Vamos a morir y si no morimos juro ir a la iglesia todos los domingos.

-Lejos, Oriana, lejos.

Por lo menos no me ha llamado por mi apellido.

-¿Julian? -Lo llamo por el costado derecho del asiento.

Veo su perfecto perfil dirigiéndose a mí, y por primera vez sus ojos no son sus ojos, su boca no es su boca, su mirada está perdida y sus manos tiemblan por momentos. Tengo miedo, tengo la sensación de que va a ser la peor noche de mi vida, y sé que no voy a equivocarme.

-¿Estás bien? -Pregunta en un susurro.

Niego con la cabeza cuando bajo la mirada.

-Tengo miedo -susurro en respuesta.

Veo su mano buscando la mía en un intento de calmar el temblor tanto de la suya como de la mía.

-No hay nada malo, todos somos buenos, ¿ves cómo soy yo? Mis nuevos amigos son iguales.

Mis ojos se llenan de lágrimas, ni siquiera siento que estoy hablando con él. Por primera vez desde que lo conozco, no me siento segura a su lado.

-Tú eres distinto a mi Julian.

Le tomo la mano acariciando el dorso de la suya con mis dedos.

-No por eso dejaré que te hagan daño.

-Estás drogado.

-No lo suficiente como para olvidarme de ti o no cuidarte.

Corto el contacto visual cuando mi móvil vibra sacándome por completo del trance que Julian me ha inducido.

-Yo vengo porque tengo miedo de que te ocurra algo malo.

Traga saliva y se quita el cinturón de seguridad. Pasa entremedio de los asientos para colocarse a mi lado, tiende su brazo en mi dirección, me quito el cinturón para que me estreche entre sus brazos y así es como comienzo a sentirme segura.

-¿En qué andan ustedes dos? -Pregunta Dan pegando una frenada que hace que nos despeguemos del asiento.

-Encárgate de conducir -dice Julian.

El chico ríe como si estuviéramos contando un chiste o algo por el estilo. Notan que vive riendo, ¿verdad? Un día leí que las personas que más ríen son las más tristes, bueno ahora entiendo por qué Dan está tan metido en esta mierda de las drogas y el alcohol, es un maldito infeliz. Hablo en el buen sentido, o quizá no tan en el buen sentido.

-¿Ju? -Susurro consiguiendo su atención-. Te extraño.

Por un momento sus ojos me miran como solían hacerlo.

Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora